El gobierno entregó las plantas las plantas hidroeléctricas de Necaxa a los obreros en resistencia del Sindicato Mexicano de Electricista que, asociados con la transnacional Mota Engil, volverán a operarlas luego de que fueran expulsados hace casi seis años, cuando Felipe Calderón decretó la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro
Leticia Ánimas
Regeneración, 10 de octubre de 2015. Necaxa, Puebla. En completo hermetismo empezó la entrega-recepción de las plantas hidroeléctricas de Necaxa a los obreros en resistencia del Sindicato Mexicano de Electricista que, asociados con la transnacional Mota Engil, volverán a operarlas luego de que fueran expulsados hace casi seis años, cuando Felipe Calderón decretó la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.
La devolución de las instalaciones del complejo ubicado en la Sierra Norte de Puebla, iniciaron la tarde de este jueves con la entrega del campamento La Mesa, y continuarán los próximos días hasta completar 12 plantas hidroeléctricas y 30 de ciclo combinado instaladas en el Estado de México, el Distrito Federal, Hidalgo y Tlaxcala, que le fueron concesionadas por 30 años.
El acto de recepción estuvo encabezado por el dirigente del gremio, Martín Esparza Flores, quien en una asamblea posterior explicó a los electricistas los alcances del acuerdo logrado con el gobierno federal y de la asociación con los empresarios portugueses con los que constituyeron la empresa “Fenix” en la que tienen el 49 por ciento de las acciones a través de la cooperativa “LyF” que formaron en meses pasados.
De acuerdo con un audio de la emotiva reunión realizada en el auditorio del sindicato ayer por la noche, el líder indicó que además de conservar el registro nacional como Sindicato de industria, el Comité Central del SME participará en el consejo de administración de la nueva empresa con lo que garantizarán el buen manejo de la misma y el reparto de utilidades entre los socios-trabajadores.
Esparza Flores dijo que fue el miércoles pasado cuando se firmó con el gobierno federal el acuerdo en el que se determinó la devolución a los miembros de la resistencia electricista de la totalidad de las plantas que pertenecieron a Luz y Fuerza, a través de una concesión por 30 años que puede ser renovada por un periodo similar.
“El SME vive con su registro nacional de industria, gracias a la lucha de todos. Por eso la emoción que sentimos. No debemos olvidar que todo lo alcanzamos gracias a la lucha y la dignidad que nos pertenecer a esta organizacion de 100 años. Por eso a la empresa le pusimos “Fénix” porque estamos resurgiendo y garantizando trabajo a las futuras generaciones”.
La primera etapa, iniciada ayer, implica también la entrega de 40 predios destinados a fábricas y talleres necesarios para la reparación y mantenimiento de las generadoras de energía, de las que ya se cuenta con un diagnóstico para empezar a trabajar. Luego vendrá la devolución de 20 predios de naves industriales y al final la agencia comercial.
El SME se queda con las Agencias Foráneas y el Departamento de Transmisión, por lo que llamó a los electricistas a “mantener la unidad y cerrar filas”.
“La hidroeléctrica va a generar recursos para todos los trabajadores. No vamos sólo en la relación obrero-patronal, tenemos el 49 por ciento de acciones de la empresa y el Contrato Colectivo de Trabajo. Esta es la primera etapa, la de la transición y el objetivo es preservar al SME. Tenemos una enorme tarea, Sabemos cómo dejaron abandonada la hidroeléctrica, los túneles, pero podemos echarle montón para repararla y le vamos a dar un mensaje al gobierno del valor de la mano de obra calificada del SME”.
Esparza Flores reconoció que no fue fácil lograr esta negociación para la entrega de las plantas, del permiso de generación de energía. Recordó que tras el cierre de la empresa han vivido momentos difíciles, incluida la pérdida de familiares y agradeció a los jubilados que “nunca abandonaron” a quienes se quedaron sin empleo desde el 11 de octubre de 2009 y se mantuvieron en la resistencia.