Michael Flynn, ha sido obligado a presentar su dimisión como asesor de seguridad de la Casa Blanca, luego de que se revelaran conversaciones entre él y el embajador ruso Sergei Kislyak.
Regeneración, 14 de febrero de 2017.- La inestabilidad del gabinete de Trump se deja ver esta semana con la dimisión de su hoy ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn.
Medios estadounidenses reportaron que las agencias de inteligencia tenían evidencias de que Flynn había sostenido una conversación con el embajador ruso en Washingotnen ese intercambi, el ex asesor habló de las sanciones a Rusia impuestas por los ciberataques que los servicios de inteligencia atribuían a Moscú.
Además, Flynn fue acusado de mentir a altos cargos del Gobierno, entre ellos al vicepresidente, Mike Pence, sobre la naturaleza de la conversación con el embajador ruso, se presume que en ella, Flynn hubiese podido evaluado la posibilidad de levantar las sanciones con la llegada de la nueva administración de la Casa Blanca.
El general retirado, Keith Kellogg, quien se desempeñaba como secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional, asumirá momentáneamente el cargo de asesor.
En su carta de renuncia, Flynn señaló: «Desafortunadamente, y debido a la rapidez de los acontecimientos, sin darme cuenta proporcioné información incompleta respecto a mis llamadas telefónicas con el embajador ruso. Me he disculpado sinceramente con el presidente y el vicepresidente, y ellos han aceptado mi disculpa».
Registrado como demócrata y nombrado por Barack Obama como jefe de la unidad de inteligencia del Pentágono, destacaba por su cercanía con Rusia y sus ataques al Islam. En alguna ocasión llegó a mencionar un “componente enfermizo” del Islam y defendía la idea de que el miedo a los musulmanes es racional.
El conflicto actual que le llevó a dimitir se basa en una ley que hasta ahora nunca se había hecho efectiva, que prohíbe hacer gestiones diplomáticas al margen del presidente. Las conversaciones que sostuvo Flynn con el embajador de Rusia fueron hechas un mes antes de la toma de posesión de Trump.
En su carta de renuncia, Flynn señaló: «Desafortunadamente, y debido a la rapidez de los acontecimientos, sin darme cuenta proporcioné información incompleta respecto a mis llamadas telefónicas con el embajador ruso. Me he disculpado sinceramente con el presidente y el vicepresidente, y ellos han aceptado mi disculpa».
Registrado como demócrata y nombrado por Barack Obama como jefe de la unidad de inteligencia del Pentágono, destacaba por su cercanía con Rusia y sus ataques al Islam. En alguna ocasión llegó a mencionar un “componente enfermizo” del Islam y defendía la idea de que el miedo a los musulmanes es racional.
El conflicto actual que le llevó a dimitir se basa en una ley que hasta ahora nunca se había hecho efectiva, que prohíbe hacer gestiones diplomáticas al margen del presidente. Las conversaciones que sostuvo Flynn con el embajador de Rusia fueron hechas un mes antes de la toma de posesión de Trump.
Entonces, Putin evitó responder a las sanciones de Obama que dejó la presidencia al tiempo que expulsaba a 35 diplomáticos rusos y cerrando dos centros de propiedad del Gobierno ruso en Estados Unidos. Días después, Flynn negó haber hablado con el embajador acerca de las sanciones, e incluso dijo no estar seguro de haber tocado ese tema si quiera. La cuestión ha sido que de acuerdo a su versión, no fue totalmente claro y honesto con el vicepresidente.
En su carta de dimisión, Flynn intenta aclarar que la conversación tuvo tintes más generales que específicos sobre las sanciones: «Desgraciadamente, debido a la rapidez de los acontecimientos, di involuntariamente al vicepresidente electo y a otros información incompleta sobre mis llamadas al embajador ruso. Me he disculpado sinceramente con el presidente y el vicepresidente y ambos han aceptado mis disculpas».
Actualmente, y reforzados por esta dimisión del gabinete de Trump, vuelve a hablarse sobre la complicidad entre Trump y el gobierno ruso. Algunas investigaciones apuntan hacia una posible campaña de apoyo por parte del Kremlin para favorecer la llegada del partido republicano a la Casa Blanca.
Con información de RT, El País y La Jornada.