El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia ratificó el miércoles el arrollador triunfo del presidente Evo Morales en las elecciones generales de su país que le garantizó no sólo un tercer mandato sino mantener el control absoluto del Congreso.
Según el cómputo oficial al 100% entregado por el TSE el miércoles, dos semanas después de los comicios generales del 12 de octubre, Morales obtuvo el 61,36% de los votos frente al 24,23% de su principal rival, el empresario centrista Samuel Doria Medina.
Esa votación le garantizó 89 escaños en la Cámara de Diputados y 25 en la de Senadores, es decir el control de dos tercios de la Asamblea Legislativa Plurinacional, el guarismo de oro que le permitirá impulsar sus proyectos virtualmente sin oposición.
El Congreso bicameral boliviano está compuesto por 36 senadores y 130 diputados.
Los datos oficiales apuntan también que el expresidente Jorge «Tuto» Quiroga (derecha, Partido Democrata Cristiano) reunió 9,04% mientras que el socialdemócrata Movimiento Sin Miedo (MSM) y el ecologista Partido Verde (PV), en cuarto y quinto lugar de la votación, perderán sus siglas y personerías por no haber alcanzado el mínimo del 3% que exige la ley.
El presidente en ejercicio, Alvaro García, que remplaza a Evo Morales, en misión oficial en Europa, comentó que el resultado de la elección confirma que hay en Bolivia «un desplazamiento del centro de equilibrio hacia la izquierda. El centro se ha vuelto la izquierda. Tan fuerte es el proyecto de la izquierda que ha anulado el proyecto de derecha», dijo.
Morales ganó en ocho de los nueve departamentos de Bolivia, incluso en Santa Cruz, principal bastión opositor. Solamente perdió en Beni, en el noreste del país, región a la que el gobierno se negó a declarar en emergencia a principios de año cuando las riadas asolaron su territorio.