Explican el sacrificio infantil más grande del mundo en el Perú prehispánico

Los niños estuvieron sepultados durante más de 500 años en Perú mirando hacia el mar. Los restos presentaban cortes en el esternón, tenían las costillas dislocadas y les habían extraído el corazón

 

Regeneración, 30 de abril de 2018.- El sábado pasado se difundió el descubrimiento de los vestigios del mayor sacrificio infantil del mundo (restos de 140 niños) en Huanchaquito-Las Llamas, cerca de la ciudad de Trujillo, en el norte de Perú, pero no se conocía las razones ni los detalles del hallazgo. Información reciente arroja más luz sobre este hecho.

Hallan en Perú lo que sería el sacrificio infantil más grande del mundo

De acuerdo con National Geographic,el sacrificio de 140 niños de entre 8 y 12 años fue hecho por la civilización Chimú, que tuvo una extensión de alrededor de mil kilómetros de extensión a lo largo de la costa del océano Pacífico, entre los años 1000 y 1200.

Los niños estuvieron sepultados durante más de 500 años mirando hacia el mar. Los restos presentaban cortes en el esternón, tenían las costillas dislocadas y les habían extraído el corazón.

Los científicos explicaron que, durante la ceremonia, los rostros de muchos de los niños fueron pintados con un pigmento de cinabrio rojo. Luego de eso les cortaron y abrieron los pechos para extraer sus corazones.

Los cuerpos estaban envueltos en mantas de algodón de colores y habían sido enterrados en las entradas a los templos, junto a frutas. Cerca de ellos, estaban unas 200 llamas jóvenes, que fueron sacrificadas de la misma manera.

El sacrificio pudo haber sido una ofrenda a la Luna, la cual era su principal deidad pues la consideraban más poderosa que el Sol, por ser capaz de alumbrar de noche, además de tener influencia sobre el crecimiento de las cosechas, marcar el tiempo y ser responsable de las mareas y las tempestades.

La intención del sacrificio pudo haber sido la de detener un período de intensas lluvias, como sucede con el fenómeno hoy conocido como El Niño.

«La gente sacrifica aquello que considera más preciado», dijo el profesor de antropología de la Universidad George Mason, Haagen Klaus.

Los investigadores expresaron su sorpresa por el descubrimiento. “Yo, por mi parte, nunca esperé esto y no creo que nadie lo esperara”, dijo John Verano, antropólogo físico de la Universidad de Tulane y con una experiencia de más de 30 años.

Previo a este descubrimiento, el sacrificio infantil más grande se había hecho en el Templo Mayor de Tenochtitlán, en la actual Ciudad de México. Se habían hallado los restos de 42 niños.