Familia encuentra en Australia mensaje embotellado que data de 1886

Es el mensaje más antiguo del mundo que se ha encontrado en una botella de vidrio, el mensaje fue lanzado desde el barco Paula el 12 de junio de 1886.

Regeneración, 6 de marzo de 2018.- Una familia de Australia encontró en una playa de la isla de Wedge un mensaje guardado en una botella de ginebra que fue arrojada al mar el 12 de junio de 1886, desde el barco alemán Paula.

Cabe resaltar que la nota que hallaron es la más antigua que se conoce en el mundo, por delante de otra que data de hace 108 años, según ha especificado la cadena de televisión australiana ABC.

Tony Illman caminaba con su familia por la playa el pasado 21 de enero, cuando vio a lo lejos botella de vidrio vieja, la recogió y al destaparla encontró un papel enrollado y amarrado con una cinta enlazada. La hoja contenía un mensaje en el que el capitán de la nave registraba la fecha, las coordinadas del barco y los detalles de su ruta.

De acuerdo con una publicación de El País, al reverso de la nota se pedía la devolución de la misma al Observatorio Naval Alemán o al consulado germano más cercano.

“Lo llevamos a casa y cuando lo abrimos [el papel] tenía algo escrito a mano en alemán”, detalló Tony a ABC. El mensaje tiene fecha del 12 de junio de 1886 e indica que fue arrojado por la borda del Paula cuando navegaba a unos 950 kilómetros de la costa suroccidental de Australia, describe el papel.

La familia de Tony se puso en contacto con el Museo de Australia Occidental, donde el arqueólogo marítimo Ross Anderson averiguó que la botella de ginebra holandesa data del siglo XIX.

De inmediato el arqueólogo se puso en contacto con colegas alemanes y holandeses para que compararan el manuscrito con el registro del libro de navegación del Paula y para su sorpresa los datos coincidieron.

“Había una entrada del 12 de junio de 1886 en el que el capitán registraba que se había arrojado una botella por la borda”, explicó el arqueólogo y confirmó que “la fecha y las coordenadas correspondían exactamente a la información en el mensaje”.

Entre 1864 y 1933, el Observatorio Naval Alemán efectuó experimentos para entender las corrientes oceánicas con miles de botellas de ginebra holandesa que se arrojaron al mar desde barcos alemanes.