Firma de ropa Armani abandona definitivamente uso de pieles

El día de ayer la firma de ropa Armani anunció que dejará de fabricar prendas que utilicen en su confección piel animal.

Armani1-654678

Regeneración, 23 de marzo 2016.- Todavía no sabemos si esta estrategia es parte de las muchas maneras que tiene la industria y en general todo negocio que busca adaptarse a las preferencias de su mercado a fin de mantenerse vigente y con sus índices de ventas arriba. Pero el anuncio que hizo ayer su fundador, Giorgio Armani, es histórico.

“El progreso tecnológico ha hecho posible, con el tiempo, llegar a nuevas alternativas que han hecho de la extracción de piel animal una práctica innecesaria. Continuando el proceso que iniciamos hace muchos años, mi empresa da ahora un paso importante hacia adelante, reflejando nuestra atención en los problemas de medio ambiente y condiciones de los animales”.

También en 2015 la firma Hugo Boss anunció que abandonaría el uso de pieles en sus prendas, en un intento por impulsar a otras marcas a hacer lo mismo. Esto con el objetivo de ampliar sus estrategias corporativas hacia la sostenibilidad.

Diseñadores como Stella McCartney, con la firma del mismo nombre, nunca ha usado piel en ninguna de sus prendas.

Aunque no se trata de una constante, ya que otras firmas como Roberto Cavalli, Blumarine o Fendi, usaron este año en sus colecciones muchas pieles animales, en muchos casos, incluso de especies consideradas como exóticas.

Si bien estos son intentos por cuidar la imagen de las empresas en una industria diseñada para un público de alto poder adquisitivo, y estos gestos pudieran tener profundas consecuencias en la manera en que la moda se presenta como algo sostenible para el publico que busca con sus acto de compra contribuir al cuidado del planeta, no debemos olvidar que es la misma industria de la moda la que es conocida por enriquecerse a costa de los bajos costos de producción en países pobres. Cuyos procesos de manufactura incluyen muchas veces el uso de mano de obra esclava, el gasto exagerado de agua, y materia prima elaborada con transgénicos, pesticidas, o monocultivos. Sin mencionar la alta huella de carbono de todo lo que contiene plástico, y es transportado miles de kilómetros a sus puntos de venta finales.

 

Fuente: The Telegraph