Tras 47 días del inicio de la protesta de todos los médicos de Bolivia, la Asamblea Legislativa derogó los artículos 137 y 205.
Por Claudio Guerrero, desde Argentina
Regeneración, 09 de enero de 2018.- Luego de 47 días de huelga general, los médicos de Bolivia pueden cantar victoria, pues la Asamblea Legislativa Plurinacional derogará los artículos 137 y 205 del Código del Sistema Penal que originó la movilización.
El conflicto que tenía en vilo al país altiplánico comenzó cuando el gobierno de Evo morales, con Álvaro García Linera como presidente interino, promulgó un decreto para un nuevo código penal donde se tipifica el delito de “mala praxis”, que los médicos aseguraron, criminalizaría su labor.
En realidad, muchos de los artículos fueron fuertemente cuestionados por asociaciones profesionales como sindicatos obreros, porque con ellos se intentaba culpabilizar a los profesionales de la salud del lamentable estado del sistema de salud del Estado Boliviano. Es decir, responsabilizar a los médicos por mala praxis cuando sus estaciones de trabajo, los insumos y medicinas tienen graves deficiencias.
Así, el artículo 205, fue por el que comenzó fundamentalmente el conflicto, pues no sólo se restringiría a los médicos sino a todos los profesionales, por lo que los colegios de ingenieros, abogados, periodistas y arquitectos de todo el país se sumaron al repudio y las movilizaciones, así como miles de estudiantes de las universidades estatales, que fueron fuertemente reprimidas.
A la protesta se agregó el contenido del artículo 245 que plantea «la manipulación informática», lo que trabajadores denunciaron como un mayor control de las redes sociales y un ataque a las libertades democráticas del pueblo.
Y finalmente los artículos 293 y 294 sobre los delitos de «sedición» y «atribuirse derechos del pueblo», lo que, a interpretación de los protestantes, denuncian fuertemente como un ataque al derecho a la protesta y una medida propia de una dictadura.
Este código penal busca atacar a la libertad de manifestación y de expresión de los sectores populares en consonancia con lo que le exigen los organismos y empresas multinacionales al gobierno de Bolivia.
Otro factor a tomar en cuenta es que las protestas se dan en un contexto donde el gobierno «progresista» del Movimiento al Socialismo (MAS) viene de perder el referéndum que habilitaba la re-re-elección de Evo Morales y de un 70 por ciento de votos anulados y blancos a nivel nacional contra los candidatos a jueces del gobierno lo que ha sido un duro revés popular para el Gobierno. A esto se le suma la creciente movilización de los sectores fabriles, de pueblos indígenas contra las políticas de destrucción de puestos de trabajo y contra las políticas extractivistas, así como en rechazo a la reforma a la ley de educación que los maestros tildan de «neoliberal».
Tras varias semanas de huelga de los médicos, el magisterio urbano nacional, dirigido por una tendencia fuertemente combativa y antioficialista se sumó con medidas de lucha como huelga de hambre donde muchos dirigentes de sus respectivas regionales se pusieron a la cabeza de la medida.
El caso de la conocida dirigente del magisterio Paceño Vilma Plata (a la que el gobierno del MAS tilda de » estar detrás de esta medida») que tras 18 días de huelga de hambre está fuertemente debilitada y tras una descompensación se negó a darse de baja de la protesta.
Si bien la federación nacional de los médicos firmo el acuerdo que derogaba el 205, la poderosa Confederación Obrera Boliviana, convocó a una huelga general para este miércoles y huelgas cívicas y movilizaciones de 48 horas, a partir del jueves «por la abrogación del código penal» (es decir por la anulación de todo el código penal impulsado por el masismo), reivindicación que habían empezado a plantear los sectores más radicalizados como los maestros, los trabajadores de la caja nacional de salud, y algunas direcciones fabriles.
En estos momentos el gobierno de Evo Morales se encuentra fuertemente cuestionado por el movimiento obrero y son más de un dolor de cabeza.