Autoridades municipales, estatales y federales y empresas intimidan a las comunidades indígenas que se oponen a gasoducto Tula-Tuxpan.
Leticia Ánimas
Regeneración, 10 de septiembre de 2017. Huauchinango, Puebla.- Acciones de acoso, intimidación y engaño para consumar el despojo del territorio en comunidades otomíes, nahuas y totonacas están siendo instrumentadas por representantes de las transnacionales TransCanada y Bonatti y autoridades municipales, estatales y federales para “imponer” el gasoducto Tuxpan-Tula.
De acuerdo con una denuncia realizada por miembros del “Consejo Regional de Pueblos Originarios en Defensa del Territorio de Puebla e Hidalgo” a pesar de que en las poblaciones afectadas se desconocen los impactos negativos del proyecto, las empresas continúan las obras de la tubería que traerá 886 millones de pies cúbicos de gas diarios desde el sur de Texas hasta el altiplano central del país.
Los opositores al gasoducto en comunidades totonacas, nahuas y otomíes de los municipios de Tlacuilotepec, Pahuatlán y Honey, del estado de Puebla, así como de Tenango de Doria y Huehuetla, en Hidalgo, indicaron que representantes de TransCanada a través de su filial Transportadora de Gas Natural de la Huasteca (TGNH) y Bonatti han intensificado “su presencia y acoso” en los pueblos, han “simulado” acuerdos y presionan a los propietarios para que vendan sus terrenos “a precios irrisorios, bajo presión y engaños”.
Mientras las autoridades municipales los fuerzan para que vendan sus tierras advirtiéndoles que “si no vendemos, de todos modos el gasoducto va a pasar, porque ya son acuerdos entre el gobierno federal y las empresas extranjeras. Se nos prometen caminos, reparaciones de la escasa infraestructura social con la que contamos, pavimentación de calles, techos de lámina y algunos materiales de construcción o adornos para nuestros baños”.
No al gasoducto
“Cuando en las comunidades se ha manifestado un rotundo NO al proyecto, el Estado y las empresas se las han ingeniado para simular acuerdos y arrancar de las comunidades un consentimiento que no puede ser considerado previo ni libre ni informado y han recurrido a todo tipo de mecanismos de despojo. La propiedad social campesina, la propiedad ancestral de los pueblos indígenas, lo mismo que la propiedad privada en nuestras localidades, están siendo acaparadas por los nuevos terratenientes que la reforma energética ha engendrado”, añadieron.
Los opositores indicaron que acudirán ante las instancias nacionales e internacionales encargadas de promover el respeto a los derechos humanos hasta lograr que se frene el proyecto que, consideran, pone en riesgo sus territorios, su salud, el medio ambiente y la paz.
Además denunciarán “la forma artera y abusiva en que las autoridades municipales, locales y federales se han conducido con quienes habitamos la región y hemos logrado preservar nuestras culturas conservando la naturaleza y aprovechando sus bondades para sobrevivir en medio de condiciones económicas muy adversas, de exclusión y franca discriminación por parte del Estado y las múltiples empresas y agentes económicos que ahora quieren saquear las riquezas de estas tierras”.
La ejecución del proyecto, agregaron, es una agresión a nuestros entornos vitales, al medio ambiente, la biodiversidad del territorio y nuestra cultura. Se están talando ya miles de árboles, afectando la flora y la fauna en forma masiva y alterando los metabolismos naturales de la región, asimismo, se han dañado y dañarán manantiales y otras fuentes de agua, los cerros sagrados y las economías locales, además de que ha habido y necesariamente habrá desplazamiento de población, particularmente en la zona núcleo del proyecto, consecuencias que no son contempladas en las resoluciones de impacto social y ambiental del gasoducto Tuxpan-Tula.
Indicaron que continuarán en su movimiento de resistencia contra el gasoducto Tuxpan-Tula y la deslindaron de la injerencia de partidos políticos, instituciones públicas “corruptas” u organizaciones civiles “fraudulentas”, así como de la manipulación del proceso por parte de “oportunistas locales” y personajes con intereses mezquinos”.