Jack Kerouac: 100 años del viajero iluminado

Este sábado se cumplen 100 años del nacimiento de Jack Kerouac, autor de la novela En el camino (On the road) la cual se convertiría en el manifiesto de la llamada Generación Beat y la iluminación de una estirpe deseosa de vivir y estallar como grandes cohetes azules mientras la gente grita ¡Ahhh!; las carreteras de México y Estados Unidos son el escenario de la vida de un autor “loco por vivir” que murió a los 47 años

Este sábado se cumplen 100 años del nacimiento de Jack Kerouac, autor de la novela En el camino (On the road) manifiesto de la Genaration Beat

Por Martha Rojas 

RegeneraciónMx.– Fumaba Camel, bebía whisky de un tarro que intercalaba con una lata de cerveza de medio litro Falstaff. Jack Kerouac vivía en Florida, a donde se había mudado junto a su madre y Stella, su tercera esposa. Tenía 47 años y estaba por recibir la visita de un reportero que haría más amena la estacia. “Me alegro de verle. Me siento muy solo aquí”, dijo. Pocas semanas después Jack Keoruac, quien este sábado 12 de marzo habría cumplido 100 años, moría a consecuencia de una hemorrogaia abdominal resultado de décadas de alcoholismo.

El cuerpo perecía pero el espíritu de aquel hombre escurridizo que había descendido del pico de la montaña Desolation Peak (Pico de la Desolación) en la que había fijado su residencia en sus años mozos, infundía valor a los hombres de la carretera, a quienes quieren ir, venir y no llegar a ninguna parte.

Neal Cassady y Jack Kerouac, en una imagen que sirvió de portada para On The Road
EL ATLETA EN REALIDAD ES UN ESCRITOR 

Jack Kerouac nació un 12 de marzo de 1922 en Lowell, Massachusetts, en el seno de una familia de inmigrantes franco canadienses, el propio Jack no aprendería a hablar inglés hasta los seis años de edad con un fuerte acento francófono. Kerouac imaginaría en más de una ocasión que su linaje provenía del barón François Louis Alexandre Lebris de Kerouac, en realidad las raíces de su apellido “kerouac” llegarían hasta una familia de comerciantes de clase media que se asentó en Bretaña, Francia.

Llegado a su adolescencia, Jack encontraría en el deporte una oportunidad de escalar en el mundo, consiguió ingresar a la Universidad de Columbia  pero una fractura en su pierna le impidió seguir en el equipo de americano. Su carrerara fubolistíca terminó y decidió abandonar la escuela.

Conoció a su primera esposa Eddie Parker y a un puñado gente que estaba loca, de esa gente “loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un ¡¡¡Ahh!!! .”

Jack se uniría a la Marina de Estados Unidos para en breve ser dado de baja por un comportamiento claramente esquizoide, en se lapso escribiría su primera novela “El mar es mi hermano”, al que seguirían innumerables escritos y profesiones.

Borradores y novelas concluídas e inconclusas quedaron resguardadas en el Pico de la Desolación mientras él se ocupaba de ser bombero. Años después conoció a Burrouhgs mientras testificaba en el homicidio de un homosexual que había acosado a su amigo Lucien. Él y Kerouac aventaron el arma homicida al río Hudson pero alentados por el “Guillermo Tell” se entragaron a la políca y a cambio del pago de su fianza se casó con su primera esposa Eddie.

William Burroughs, Jack Kerouac y Allen Ginsberg, en una cantina, en México. 
EL ÉXITO Y LA CIUDAD

El pueblo y la ciudad sería el primer éxito editorial de Kerouac aunque un desastre monetario. El libro, publicado en 1950, recibió respetables críticas pero nulas ventas y Jack seguiría siendo el outsider de la literatura.

Un año después de ese episodio logró concluir el manuscrito que daría forma a su novela más emblemática y el manifiesto de la llamada Generación Beat compuesta por un puñado de escritores alcohólicos y drogadictos iluminados. On The Road (En el camino) rápidamente pasaría a ser una de las más importantes de la literatura estadounidense del siglo XX. En ella se narraban las experiencias de Sal Paradise y Dean Moriarty a través de la carretera, a la que Kerouac describe como un lugar de sueños, derrotas y nuevas experiencias.

En El camino Jack Kerouac se autorretrató como “Sal Paradise”, un estudiante taciturno con aspiraciones literarias que de pronto conoce a un hombre loco por la vida, un ex convicto que nació y creció en la carretera criado por ferrocarrileros y un padre alcohólico: Dean Moriarty. 

Sal y Dean se encontrarán y desenconarán innumerables veces a través de la carretera de Estados Unidos y concluirán un amargo viaje, el más importante, en esa relación llena de afecto, locura y atracción, en los caminos de México.  

Sal, profundamente atrapado por la esencia de Dean, recorrerá la ruta 66 en busca del adonis, sexo, mujeres, charlas incomprensibles y personajes entrañables surcan sus viajes por carretera, su existencia en ella, la felicidad de salir de un lugar y la derrota de llegar a otro.

En el camino narra esos viajes y esos lapsos decisivos en los que Sal sale del caparazón en Nueva York y conoce el mundo y a las mujeres en él junto a un maniático llamado Dean que en realidad no sería otro que Neal Cassady, un hombre con el que tejió una maniática relación de amistad, locura y amor. 

A 100 años de su nacimiento resulta impensable evocar a la Generación Beat, al movimiento Hippy, la Black Mountain o la existencia de los mochileros sin pensar en Jack Kerouac. Sin anhelar un viaje dentro de esa carretera. 

Jack Kerouac en la Ciudad de México hacia 1960.