En mayo pasado, el ahora líder de los laboristas británicos, Jeremy Corbyn, ofreció una rueda de prensa en un Sanborn’s de la colonia Roma, habló del caso Ayotzinapa. Como presidente del grupo de amistad México-UK en el Parlamento, había logrado que 54 legisladores (Members of Parliament) firmaran una carta para exigir al gobierno mexicano esclarecer los hechos del 26 de septiembre en Iguala
Federico Cambell
Regeneración, 16 de septiembre de 2015.- Era marzo del 2010. Se cumplían siete años de la ilegal invasión a Irak del ex primer minsitro británico Tony Blair. El diputado laborista de Londres Jeremy Corbyn y yo presentamos mi libro en el restorán Covadonga de la ciudad de México.
«La carroza negra de Bush. Soldados mexicanos en Irak y Afganistán», un título que resume que Bush se llevó al panteón a unos 2 mil soldados de origen mexicano enlistados en las fuerzas armadas de Estados Unidos, como el adolescente Ernesto Ricardo Guerra, nacido en Guanajuato, crecido en Long Beach California, muerto en Irak a los 19 años de edad.
Corbyn estaba sorprendido de que fueran más que las bajas británicas, en ambas naciones ocupadas. Esto, porque Gran Bretaña las había invadido dentro de la satánica alianza Bush-Blair. Juntos recordamos cómo Blair había mentido a los británicos, sobre la existencia nunca comprobada de armas de destrucción masiva en el ejército de Saddam Hussein.
México, gracias al ex embajador en la ONU, Adolfo Aguilar Zinser, al Congreso y a la movilización de la sociedad civil, no había participado en la agresión bélica, a pesar del ex canciller Jorge G. Castañeda, amigo personal de Colin Powell, el secretario de Estado de Bush que mintió a la ONU para convencer, sin éxito, de la «oportunidad» de invadir Irak.
Corbyn estuvo de acuerdo en que Blair es un criminal de guerra prófugo de la justicia internacional y que su sitio es una celda en La Haya después de sentencia de los jueces de la Corte Penal Internacional.
Llegada a México
El amigo Corbyn había llegado en 2003 a México DF con su entonces novia y después esposa Laura Alvarez a un encuentro con mexicanos pacifistas de la Iniciativa Mexicana contra la Guerra. También ofreció una conferencia en el Partido Popular Socialista en la colonia Roma.
Años después continuó viniendo a México: Se reunió con el legislador Porfirio Muñoz Ledo, entonces presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso, con ONGS y con sus amigos. Siempre modesto, fiel y sensible, visitó incluso a miembros de la APPO en una ocasión en un plantón que sostenían en el Zócalo de la ciudad de México. En otra, acudió a una manifestación pro migrantes frente a la embajada de Estados Unidos, invitado por la activista de Chicago, María García. También viajó a Mérida y Puebla, en otros momentos.
En mayo pasado, ofreció una rueda de prensa en el Sanborn’s de Aguascalientes, en la colonia Roma, respecto al caso Ayotiznapa. Jeremy Corbyn, presidente del grupo de amistad México-UK en el Parlamento, había logrado que 54 legisladores (Members of Parliament) firmaran una carta para exigir al gobierno mexicano esclarecer los hechos tenebrosos del 26 de septiembre en Iguala. Hasta allí llegaron activistas de derechos humanos de distintas organizaciones. Siempre generoso, pagó toda la cuenta de los comensales.