Pompeo estuvo en Pyongyang de viernes a sábado para intentar desarrollar un trato básico sobre la desnuclearización realizado durante la histórica cumbre del mes pasado entre Kim y el presidente Trump.
Regeneración, 11 de julio de 2018.- El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, podría haber estado demasiado ocupado visitando una granja de papas para reunirse con el secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo.
A pesar de que se desconoce en qué momento Kim se desplazó a ese lugar, diversos canales de televisión supusieron que coincidió con las fechas de la estancia de Pompeo. Por ejemplo, el vicepresidente del Partido de los Trabajadores de Corea, Kim Yong-chol, explicó que su líder estaba de viaje en “una región local” durante esos mismos días, según informó la cadena de televisión estadounidense CBS News.
En la granja de patatas de Junghung, dijo, instruyó al personal no solo a plantar variedades de alto rendimiento sino también a «introducir varias especies buenas al gusto y garantizar la calidad de los alimentos de papa procesados en producción y así elevar la calidad de la producción de papa».
Elogió a los funcionarios del condado, que está cerca del Monte Paektu, el hogar espiritual del pueblo coreano, y afirmó por la propaganda de Pyongyang que era el lugar de nacimiento real de su padre y predecesor, Kim Jong Il.
Pompeo estuvo en Pyongyang de viernes a sábado para intentar desarrollar un trato básico sobre la desnuclearización realizado durante la histórica cumbre del mes pasado entre Kim y el presidente Trump.
A Pompeo se le había prometido una reunión con Kim, cuya ausencia es un claro mensaje a EE.UU., ha dicho este miércoles a la cadena de televisión estadounidense CNN, Adam Mount, miembro senior y director del Defense Posture Project de la Federación de Científicos Estadounidenses, donde se define la estrategia nuclear de EE.UU. ante Corea del Norte.
Ese fue el tercer viaje de Pompeo a Pyongyang desde abril y la primera tras el histórico encuentro mantenido el pasado 12 de junio entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y Kim en Singapur, tras el que en un principio ambas partes estaban satisfechas, se acordó entonces un vago compromiso de Corea del Norte con la desnuclearización completa de la península, sin fijar un calendario ni proceso de inspección.