Kim confió en mejorar las relaciones con el Gobierno de Seúl para avanzar hacia la «reconciliación y cooperación» y en tener un diálogo con Estados Unidos».
Regeneración, 28 de marzo del 2018.-China confirmó este miércoles la visita a Pekín del joven líder de Corea del Norte. Tal y como se sospechaba, el misterioso tren verde que había llegado el lunes a la estación de Pekín transportaba a Kim Jong-un, quien se reunió el martes con el presidente chino, Xi Jinping.
Según informa la agencia de noticias Xinhua, que definió el viaje de Kim Jong-un como «no oficial», ambos se entrevistaron en el Gran Palacio del Pueblo.
En su encuentro, reafirmaron su histórica alianza comunista, que se remonta a los tiempos de la Guerra de Corea, cuando Mao ayudó al abuelo de Kim en su lucha contra Estados Unidos.
Ante el reciente deshielo con Corea del Sur, que logró fijar una cumbre con su presidente, Moon Jae-in, prevista para abril, y otra con Trump en mayo, Kim Jong-un se ha desplazado primero a China para reunirse con uno de sus principales aliados.
Además de informarle en persona de «los rápidos e importantes cambios que han tenido lugar» en la Península Coreana, el joven líder se comprometió con la desnuclearización siguiendo la voluntad de su padre, Kim Jong-il, y su abuelo y fundador del régimen, Kim Il-sung.
«El asunto de la desnuclearización de la Península Coreana puede ser resuelto si Corea del Sur y EU responden a nuestros esfuerzos con buena voluntad, crean una atmósfera de paz y estabilidad y toman medidas progresivas y sincronizadas para alcanzarla», anunció Kim Jong-un sin profundizar más en su propuesta.
Kim confió en mejorar las relaciones con el Gobierno de Seúl para avanzar hacia la «reconciliación y cooperación» y en tener un diálogo con Estados Unidos».
Por su parte, Xi Jinping volvió a abogar por resolver los problemas a través del diálogo y las consultas para salvaguardar la paz y la estabilidad con la meta de la desnuclearización. Para ello, apeló a todas las partes con el fin de mejorar las relaciones intercoreanas y llevar a cabo los esfuerzos oportunos para facilitar las conversaciones de paz, recordando el papel mediador de China en las conversaciones a seis bandas mantenidas en Pekín hace ya más de una década.
Acompañado de su esposa, Ri Sol-ju, el lider norcoreano fue agasajado con un banquete de honor al que también acudió la mujer del presidente chino, Peng Liyuan, y otros altos cargos del régimen. De esta manera, Pekín y Pyongyang escenifican una mejora de sus relaciones diplomáticas que resulta vital para el régimen de Kim Jong-un, cuya economía se ha resentido por el apoyo chino a las sanciones internacionales contra su programa nuclear.
(Agencias)