Los maestros inconformes demandaron al gobierno de Peña Nieto “seriedad y respuestas claras” para resolver el conflicto. La CNTE se declaró dispuesta a una tregua a sus movilizaciones si el gobierno acepta abrogar la reforma. Anuncian jornada nacional de bloqueos y manifestaciones de tres días por un diálogo verdadero.
Regeneración 29 de junio de 2016. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) demandó al gobierno de Enrique Peña Nieto «seriedad y respuestas claras» para alcanzar una solución al conflicto magisterial, y no caer en una «comisión platicadora», porque el magisterio y la sociedad en general «deben tener certeza de que el conflicto en verdad se va a resolver».
El magisterio disidente respondió así a las declaraciones del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de que la reforma educativa no puede modificarse. La CNTE difundió un comunicado en el que afirma que la administración federal «quiere ganar tiempo, que nosotros seamos los desesperados, que perdamos el consenso social y que caigamos en la provocación de sus actos autoritarios y represivos».
Por ello, anunciaron que ante la falta de una fecha para la reanudación de la mesa de diálogo y como muestra de su disposición a que el diálogo y negociación «tengan un cauce hacia la solución del conflicto derivado de la injusta ley educativa, en los próximos días publicaremos un documento con nuestra propuesta de solución, en los distintos rubros del diálogo: abrogación de la reforma; proceso de transformación de la educación; y consecuencias derivadas de la reforma».
«Si observamos disposición y sensibilidad de Osorio Chong; estamos dispuestos a una tregua en la actividad política, en función de una mesa de diálogo y negociación de carácter resolutiva», afirmó el magisterio en rebeldía.
En ese sentido, la CNTE anunció que la dirección política nacional acordó diversas acciones, entre ellas, una jornada de lucha intensa de 72 horas: a partir de hoy, a fin de «generalizar los bloqueos carreteros en todo el país, el paro magisterial en todo el país; y bloqueos en los puntos fronterizos».
Reiteraron su convocatoria para una marcha masiva popular para este jueves en la capital del país y anunciaron la instalación de una carpa pedagógica en el plantón nacional para la realización de un foro nacional que «convoque todas las voces que se han alzado contra la mal llamada reforma educativa».
También se acordó llevar a cabo protesta y acciones de «presión política» ante en embajadas, Bolsa Mexicana de Valores, centros comerciales, edificios del gobierno federal, e incluso el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, entre otros puntos estratégicos.
En su plan táctico estratégico, la CNTE ha «priorizado el diálogo y la civilidad. Quien ha escalado en la confrontación ha sido el Estado mexicano. Nochixtlán es una de las muchas pruebas, junto con los asesinatos en Acapulco en la Montaña en Guerrero, así como en Chiapas, todos a manos de la Policía Federal».
Al responder a la postura del presidente Enrique Peña Nieto expresada en Canadá de que “la reforma no es negociable”, destacaron que su “reforma” está “empantanada y a punto de sepultura”.
Consideraron que las declaraciones de Osorio Chong sobre que la reforma no es negociable, «tiene que ver más con los compromisos del gobierno con los empresarios, que con una convicción de que efectivamente pueden sostener esta política en el terreno educativo. Los más de tres años de conflicto, hoy le dejan claro a la sociedad en donde está la razón».
Los maestros disidentes indicaron que no sólo ellos han demandado un diálogo, también amplios sectores de la sociedad, los intelectuales, sindicatos, movimientos sociales y campesinos, así como “miles de solicitudes, cartas y acciones internacionales han convocado al gobierno mexicano a establecer un dialogo con los trabajadores de la educación de México”.