Gonzalo contreras asegura que esperará “que el paraguas del sistema democrático funcione correctamente. Pero la interpretación de lo que es ‘funcionar correctamente’ parece depender de Quién seas. Ser un ciudadano más; uno cualquiera no cumple el requisito para ‘funcionar correctamente”.
Regeneración, 25 de marzo de 2016.- Gonzalo Contreras Rincón, mexicano preso en Madrid, España, en la cárcel de Aranjuez y sentenciado a nueve años de prisión por delitos contra la salud, escribió una carta después de cuatro días de permiso en la ciudad a “la que alguna vez perteneció”. El joven, apela a la justicia para recuperar su libertad.
“Hoy, tras cuatro días de permiso en la ciudad a la que alguna vez pertenecí, vuelvo a mi realidad. Regreso al lugar donde resido pero que no es mi casa, mucho menos, mi hogar. De nuevo, el paisaje que puedo ver desde la única ventana se ve entrecortado por unos barrotes y mi capacidad de desplazamiento se ve limitada por unos muros infranqueables. No es fácil volver cuando se piensa que no se debería estar aquí”, dice la misiva fechada el 6 de marzo de 2016.
El joven mexicano, encarcelado desde octubre de 2012, fue sentenciado en 2013 a nueve años de prisión por el delito de narcotráfico, además de le impuso una multa de 4 millones de euros.
En un vídeo que circula en internet, Gonzalo asegura que “es importante que se sepa que ser mexicano no significa ser narcotraficante”.
El pasado 2 de marzo, Gonzalo obtuvo un permiso para reunirse con autoridades mexicanas de la Embajada de México en España, quienes aseguraron revisarán el caso que impactó en la sociedad cuando se supo que mientras el joven era abandonado por las autoridades de México, al ex dirigente del PRI, Humberto Moreira, se le brindaron servicios de asistencia desde el Consulado en España.
Después del permiso, Gonzalo escribió una misiva, con la esperanza de que su caso se resuelva de la mejor manera.
“Está claro que nos soy el único hombre que se encuentra en una situación que se escapa por completo de su control; que no tiene más remedio que esperar lo mejor. Cuando digo esperar, me refiero a la esperanza de que todo se aclare. En mi caso en concreto, esperar que el paraguas del sistema democrático – que nos ampara de las inclemencias de una dictadura o una anarquía – funcione correctamente. Pero la interpretación de lo que es ‘funcionar correctamente’ parece depender de Quién seas. El no ser una persona; ser alguien de calle, no parece ser suficiente. Ser un ciudadano más; uno cualquiera no cumple el requisito para ‘funcionar correctamente”.
Con información de Sin Embargo.