evaluaciónpunitiva mediante la fuerza coercitiva del Estado, encarnada en la coyuntura por una Policía Federal militarizada y agentes encubiertos de los aparatos de seguridad del Estado.
Enmarcada en una vasta campaña de intoxicación desinformativa focalizada en la satanización del magisterio disidente, mediante sobornos corruptores y mentiras se intenta someter a las y los maestros del país, y establecer un nuevo régimen de control y vigilancia acorde con la visión de la clase dominante. Como señaló Noam Chomsky en su obraLucha de clases (Grijalbo, 1997), la intención de la comunidad empresarial es contener y limitar la democracia (así sea meramente formal), las libertades públicas y los derechos laborales y humanos, y hacerlos retroceder y si es posible abolirlos. Se trata de una estrategia de rollback, de dominio y vuelta atrás.
La millonaria y demagógica campaña propagandística de la Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene esa finalidad: destruir las hilachas del antiguo contrato social y desarticular los escasos espacios democráticos conquistados por la lucha los trabajadores. Se busca volver a la estructura social de los días del porfiriato, cuando los salarios eran casi de esclavos. Y desaparecer también todos los derechos gremiales. Primero buscan acabar con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE); después seguirá el SNTE y todos los sindicatos. La disyuntiva es clara: hambre o cárcel. Y puede ser aún peor: la muerte.
Chomsky ha citado en muchas ocasiones a Adam Smith −uno de los héroes del resurgimiento de la derecha mundial− para describir la máxima infame de los dueños de la humanidad:Todo para nosotros y nada para los demás
. También ha recurrido a otra frase que aparece unos cientos de páginas después en La riqueza de las naciones, en la que Smith afirma que la división del trabajo destruirá a los seres humanos y los convertirá en unas criaturas tan estúpidas e ignorantes como pueda llegar a ser un ser humano
. Por eso, en una sociedad civilizada, el gobierno debería tomar medidas para impedir que se llegue a esos límites.
En sentido contrario, hoy, en México, a través de mandaderos políticos como Enrique Peña Nieto y Aurelio Nuño, el todopoderoso Consejo de Hombres de Negocios y su principal sindicato, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), hacen grandes esfuerzos para que las personas sean, para tomar prestada la frase de Adam Smith, tan estúpidas e ignorantes como pueda llegar a ser un ser humano
. De muy atrás, gran parte del sistema educativo fue diseñada para cumplir ese objetivo: conseguir la obediencia y la pasividad de educadores y educandos.
Con la aspiración de ser el delfín del gran capital para los comicios de 2018, cada lunes Aurelio Nuño manipula y utiliza con fines propagandísticos a niños y niñas de primaria (con los que se saca la foto
) y gasta millones de pesos del erario en posicionarse políticamente como hombre duro
. Amparado en prácticas policiales intimidatorias y represivas, el Rudolph Giuliani de la SEP conjuga casi a diario los verbos someter, despedir y encarcelar, y con su lenguaje totalitario exige la rendición incondicional de los maestros descontentos.
La sobrexposición de su vena autocrática busca convencer al gran elector: los megamillonarios deForbes y la élite clasista de la OCDE, que tiene interiorizado el pensamiento de los que mandan: hay que educar a las masas según lo que Mexicanos Primero-Televisa −como brazo operativo del CCE− entiende poreducación
. Si no se educa a lachusma
(Chomsky dixit) según lo que la oligarquía consideraeducación
, ellos tomarán el control. Y ellos
son lo que Alexander Hamilton llamó la gran bestia
. Es decir, el pueblo oprimido.
De allí la necesidad de estigmatizar a la CNTE, que en contraposición a la educación alienante y domesticadora del gran capital –que considera a la mujer y el hombre objetos, simples mercancías− impulsa una educación humanista, dialogal, que busca hacer pensar y formar el hombre-sujeto, ciudadano. Que a la manera de Paulo Freire concibe la educación como práctica de la libertad, como una educación emancipadora.
El CCE tiene buenas razones para contener y limitar al máximo los espacios democráticos, puesto que cuanta más libertad posee una sociedad, más peligrosa se convierte lagran bestia
y mayor es el cuidado que hay que tener para enjaularla. A medida que crece la libertad, la necesidad de coaccionar y controlar la opinión también aumenta para evitar que la plebe
haga uso de ella. Y allí entra una de las funciones principales de los medios de difusión masiva: estigmatizar y criminalizar a la gran bestia, con la finalidad de ayudar a someterla y domesticarla.
La evaluación militarizada y el examen punitivo no son simples procedimientos técnicos y, sobre todo, no son neutrales. Se usan para impulsar determinado modelo y están directamente vinculados al tipo de proyecto político-ideológico que está implantando el régimen a marchas forzadas. Como consignó aquí Arturo Cano, un modelo educativo que necesita 3.3 policías por cada maestro que presentó examen habla por sí solo. Desnuda la verdad
oficial y exhibe el fracaso gubernamental.
Ni la violencia ni la administración selectiva de la justicia con fines político-disciplinarios podrán resolver la gran polarización provocada por la contrarreforma del CCE, Televisa y Peña Nieto. Frente a la ley del garrote de Nuño hace falta distensión, diálogo y una mesa de negociación pública con la mediación de expertos en la materia. La disyuntiva es entre una educación liberadora o el sometimiento para el despojo por el capital depredador.