La pirámide invertida del poder en México y la marcha fifí

El poder en México se transforma profundamente, por eso la derecha se reagrupa y organiza su resistencia.
La visión racista y centralista de la derecha, prefigura su reiterado fracaso

Teoría de la pirámide invertida

Por Ramiro Padilla Atondo*

Regeneración, 12 de noviembre del 2018. En ocasiones me pregunto si la empatía debería ser una materia obligatoria en la escuela.

Cada quién escoge sus batallas, mire usted, todos, absolutamente todos somos fruto de un contexto, de un espacio geográfico, de una familia, de una religión.

La libertad de expresión como lo diría Noam Chomsky, no se limita a los puntos de vista con los cuales estamos de acuerdo, sino de manera precisa para con los que estamos en desacuerdo.

Esa es su esencia.

No podemos ir exigiendo empatía por las causas que consideramos justas porque así no funciona la naturaleza del hombre.

Cada quién tiene sus motivaciones.

Los humanos hemos inventado las reglas de convivencia, ya no decidimos nuestros asuntos con espadas o balazos, para eso hemos creado otros mecanismos.

Y uno de esos mecanismos se llama derecho a votar.

Muchos se despertaron horrorizados el 2 de julio.

No acababan de entender que su voto contara lo mismo que el voto de un indígena, de un profesor, de un obrero.

Sucumbieron víctimas de un clasismo trasnochado.

La gigantesca maquinaria electoral de los partidos de derecha descarriló, quedó vacía. Y no tenían un plan B.

En su lugar quedó el rencor y la descalificación, que asoma en estos días clara y diáfana.

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Hay mexicanos de distintas clases, que no deberían tener los mismos derechos.

Esa es una lectura que me atrevo a hacer.

California, los mexicanos, el futbol y un bosque

Funciona la parábola de aquella ciudad del sur de California que un día descubrió que a los mexicanos les gustaba el futbol.

Entonces iban en la tarde al parque a jugar.

Entonces la ciudad fiel a su vocación decidió plantar muchos árboles en ese espacio.

Era una manera de practicar un racismo soterrado.

¿Quién podría estar en contra de sembrar árboles?

El caso de la derecha mexicana es paradigmático.

Si ellos tuviesen la posibilidad de sembrar muchísimos árboles para evitar que se jugara futbol, se encontrarían con la sorpresa de que no hay semillas ni árboles porque ellos mismos se encargaron de venderlos y talarlos.

Han perdido el poder y les queda organizar la resisstance.

Pero si siguen jugando de la misma manera el fracaso está más que asegurado.

La pirámide se invirtió.

La centralización de una narrativa les jugó en contra.

No todo existe solo en la Ciudad de México.

Fuera de sus limites viven y sufren otros Méxicos, distantes, plurales, que no se identifican con ese México, concentrado en pocos kilómetros que nos dice como debemos de pensar, como debemos de actuar, incluso se atreven a promulgar leyes a tres mil kilómetros de distancia de lugares que no se molestaron en conocer.

La derecha hegemónica juega a la democracia con los dados cargados.

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Pero de repente hay variables que no son previsibles.

Un gobierno medianamente bueno pudiese reelegirse pero cerrar los ojos al desastre actual es al menos ridículo.

El reino de lo abstracto y lo concreto

Para hacer un comparativo tendiente a entender alguno de los mecanismos de la empatía pensemos por qué marchan las personas.

Y estos pensamientos de manera irremediable me llevan al reino de lo abstracto y lo concreto.

Un aeropuerto es abstracto, los feminicidios son concretos.

Las críticas a un presidente que aún no entra en funciones son abstractas.

Las medidas que han tomado congreso y senado son concretas.

Y entenderlo es saludable.

Excelente tarde.

*Ramiro Padilla Atondo,@ramiroatondo Es un escritor mexicano nacido en Ensenada, Baja California.

Autor de los libros de cuentos A tres pasos de la línea, Cuentos de la zoociedad, Esperando la muerte y de las novelas Historia de una ficción breve y Días de agosto.

Algunos de sus ensayos publicados son: Lectura y contra lectura, México para extranjeros, La verdad fraccionada y Hojas sin ruta.

 También escribe ensayos literarios en la revista La piranha y el portal 4vientos.net.