Por: Jenaro Villamil | Homozzaping
Regneración, 30 de marzo 2014.-Un enorme “regalo” en los artículos 264 y 276 de la iniciativa presidencial sobre telecomunicaciones y radiodifusión, presentada el 24 de marzo en el Senado, le permitirá a Televisa no ser declarado como “agente económico preponderante” en los servicios de televisión restringida, donde la compañía de Emilio Azcárraga Jean tiene ya casi 12 millones de suscriptores que representan el 61 por ciento de este sector.
La redacción ambigua y claramente sesgada hacia Televisa en ambos artículos le permitirá concretar la adquisición del 51 por ciento de la empresa Cablecom por 7 mil millones de pesos (545 millones de dólares), con lo cual tendrá más del 65 por ciento del sector de televisión restringida, de acuerdo con las propias cifras del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y los cálculos de la empresa Signals Telecom.
Desde enero de este año, Azcárraga Jean creó la empresa Televisa-Cablecom y ha presionado a los programadores para romper los contratos de distribución de contenidos que tienen con PCTV, según fuentes consultadas por Proceso. La idea de Grupo Televisa, advierte uno de los programadores que habló a condición de anonimato, es bajar a partir del 31 de marzo de sus parrillas de programación todos canales del Network de PCTV, eliminando fortaleza de ventas y distribución de esta compañía al eliminar su presencia en os canales de Cablemas, Cablevision, TVI y posiblemente Cablecom.
Entrevistado sobre este gran “regalo” al monopolio televisivo, el senador del PAN, Javier Corral, explicó a Proceso que “así como en el año 2006, cuando se aprobó la Ley Televisa, la nuez del negocio fue el artículo 28 de la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones que le permitiría quedarse con el espectro sobrante de la transición digital, sin pagar contraprestación alguna, ahora el gobierno de Peña Nieto redacta unas reglas de preponderancia que protegen a Televisa en televisión de paga y le imponen medidas absolutamente irrelevantes en televisión abierta”.
Corral advirtió que la redacción sobre la “preponderancia” en radiodifusión, contenida en el artículo 260 y, en especial, en el artículo 264 va en contra de lo establecido en el artículo octavo transitorio de la reforma constitucional aprobada en 2013.
En la reforma constitucional se estableció que “se considerarán como agentes económicos preponderantes en los servicios de radiodifusión o telecomunicaciones”, a aquellas compañías que cuenten con una “participación mayor al 50 por ciento, medido este porcentaje ya sea por el número de usuarios, suscriptores, por el tráfico en sus redes o por la capacidad utilizada de las mismas de acuerdo con los datos de que disponga el Instituto Federal de Telecomunicaciones”.
La trampa, sentenció Javier Corral, estriba en que los redactores de la ley secundaria cambiaron la noción de “servicios” por el de “sector” para la declaración de “agente económico preponderante”. De esta manera, los servicios que presta Televisa en televisión restringida, medidos en usuarios, suscriptores y audiencia, claramente rebasan el 50 por ciento, pero no son considerados en la ley como susceptibles de una declaración de agente económico preponderante.
Esto le permitirá a Televisa continuar con la operación de concentración y compra de las compañías de televisión por cable, iniciada en 2006-2007 con la adquisición de Cablemás, TVI y tener el control del 51 por ciento de las acciones de Cablecom, propiedad ahora del enigmático financiero de origen regiomontano David Martínez, quien posee a través de Tenedora Ares más de la mitad del control de Grupo Cable TV o Cablemás.
Incluso, el legislador panista bautizó como “cláusula Cablemás” el siguiente párrafo del artículo 276 sobre las medidas de fomento a la competencia:
“Tratándose de la autorización de nuevas concesiones o de la concentración de agentes económicos dentro de cada uno de los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, el Instituto:
“a) Deberá considerar la existencia o no de un agente preponderante en el sector determinado o con poder sustancial”.
La única autorización pendiente de nueva concentración es la adquisición de Cablemas por Grupo Televisa, anunciada desde agosto de 2013 a la Bolsa Mexicana de Valores, y se insiste en la palabra “sector” y no “servicios”, tal como decía el texto original de la reforma constitucional.
“Por la vía de la televisión de paga, Televisa puede burlar todas las 23 disposiciones que establecen en el artículo 264 para el agente económico predominante en radiodifusión”, sentenció Corral.
-¿Esto qué significa?
-Que podrá establecer barreras de entrada, bajar la programación de todos aquellos canales de televisión restringida que no sean de su propiedad, de sus filiales o de sus aliados y comercializar hasta el exceso en los contenidos. Podrán quitarse a todos los competidores incómodos e, incluso, ejercer un dominio sobre las otras compañías de televisión abierta.
-¿Este es el único punto en donde se observa favoritisimo a Televisa? –se le cuestionó.
-No. El trazo de Televisa en la Ley Peña son los criterios de preponderancia restringida sólo a sectores y no a servicios, excluyendo así a la televisión restringida, pero también las inútiles medidas asimétricas que se le imponen como preponderante en televisión abierta, la indefinición de la propiedad cruzada, la inexistencia de límites a la concentración y la cláusula Cablecom.
“Al no ser preponderante en televisión de paga, se le hace un traje a la medida para que Televisa pueda adquirir ya Cablecom”, sentenció.
Corral consideró como una auténtica “burla” algunas de las 23 disposiciones que el artículo 264 establece contra la preponderancia en radiodifusión. Por ejemplo, en el numera XVII se establece:
“Abstenerse de participar en sociedades que lleven a cabo la impresión de periódicos escritos de circulación diaria, ya sea local, regional o nacional, según lo determine el instituto”.
El legislador de origen chihuahuense se cuestiona: “¿Por qué le ordenan abstenerse en periódicos? Porque no tiene ningún periódico. ¡Es un traje a la medida! ¿Por qué no dice que debe abstenerse de participar en revistas, que sí tiene, o en agencias de publicidad, que también son suyas?”.
Segunda parte del reportaje “#LeyPeñaTelevisa, el gran regalo a Azcárraga Jean”.
La hiperconcentración
En contraste con las medidas muy concretas que se le imponen a América Móvil, el agente económico predominante en telecomunicaciones que no podrá participar en el mercado audiovisual hasta un mínimo de dos años y condicionado al cumplimiento de una serie de medidas consideradas como “correctas” por la mayoría de los especialistas, en televisión de paga se le permitirá a Televisa tener prácticamente todo el control.
Uno de los competidores más afectados sería PCTV, la compañía creada para la producción y distribución de contenidos en televisión por cable formada en un inicio por compañías independientes al control de Televisa.
Según uno de los programadores consultados, la medida no es casual. Desde hace seis años PCTV creó el canal TVC Deportes que ha sido incómodo para la Federación Mexicana de Futbol, y sus audiencias han creado “fuertes dolores de cabeza al canal TDN, propiedad de Grupo Televisa”.
El negocio de la posible desaparición de PCTV será redondo porque desintegrará el paquete básico de industria conocido como PBI que el propio PCTV genera para sus asociados, ya que también “pretende eliminar la compra conjunta de señales internacionales que los programadores venden a PCTV para comprarlos ahora ellos de manera directa y obtener beneficios individuales en la adquisición de dichas señales”.
El “golpe final”, advirtió esta fuente, será propiciar “la muerte de 300 cable operadores pequeños que ante un PCTV debilitado, sin canales propios y sin representación global de las señales extranjeras, ausente de distribución en el área metropolitana y ciudades clave, e imposibilitado de bajar el costo de señales por vía de la generación de volumen de compra, dejaría a su suerte a los operadores del interior del país que finalmente su única salida será vender sus sistemas de cable a un operador grande llamado justamente Televisa”.
No solamente serán afectados los operadores independientes agrupados en PCTV sino aquellos que forman parte de la Asociación de Redes de Telecomunicaciones de México (ARTM). Muchos han optado por vender a Grupo Televisa ante la imposibilidad de competir con el gigante.
De acuerdo con la empresa Signals Telecom, Televisa tiene a través de sus filiales Cablemás, Cablevisión y Cablevisión del Norte (antes TVI) un control del 56.2 por ciento de los suscriptores en cable, y un 38.4 por ciento de televisión satelital, con Sky. Sólo en este sector tiene una competencia seria con Grupo Dish, una sociedad de MVS con EchoStar y Telmex, a la cual Grupo Televisa ha combatido de manera frontal.
La operación de compra-venta del 51 por ciento de Cablecom se anunció en agosto del 2013. Esta empresa es considerada como la tercera más grande del país, con presencia en 16 entidades y con 3 millones de suscriptores y 800 usuarios de triple play, sólo después de Megacable, de la familia Yamuni, y de Cablevisión, de Emilio Azcárraga Jean. Megacable ya es socio de Televisa en la marca Yoo, pero Cablecom estaba fuera de su dominio.
Las negociaciones iniciaron meses antes. En mayo de 2013, en plena negociación de la reforma constitucional de telecomunicaciones el financiero David Martínez, propietario del fondo de inversiones Fintech, adquirió el 95 por ciento de Tenedora Ares, poseedora del 51 por ciento de Cablecom, con opción de compra del 49 por ciento restante, a un precio de aproximadamente 9.3 veces la utilidad operativa de los 12 meses precedentes a la fecha en que se realice dicha operación.
David Martínez ha tenido con Grupo Televisa una relación de amor-odio. Considerado uno de los personaje más enigmáticos de Wall Street, el dueño de Fintech apoyó el litigio de Paula Cussi, a última esposa de Emilio Azcárraga Milmo, en contra de Emilio Azcárraga Jean por la sexta parte del legado de El Tigre.
Experto en comprar y reestructurar deudas de empresas y de gobiernos, como el de Argentina, Martínez ha pretendido ingresar al mercado de las telecomunicaciones en México y Televisa, pero también Grupo Carso lo han bloqueado.
En una jugada en apariencia astuta, Televisa anunció en agosto de 2013 ante la Bolsa Mexicana de Valores una inversión de 7 mil millones de pesos (546 millones de dólares) para adquirir el control de Cablecom, vía la compra de deuda convertible que le permitiría hacerse del control del 95 por ciento de Tenedora Ares.
La autorización de esta adquisición quedó suspendida, en tanto se conformaba la nueva autoridad reguladora en competencia económica del sector, el Instituto Federal de Telecomunicaciones y se conocían las nuevas disposiciones secundarias a la reforma constitucional.
Si el órgano regulador reconoce que con la adquisición de Cablecom, Televisa posee más del 65 por ciento del mercado de televisión restringida esta ambiciosa operación se viene abajo.
El “candado” a la participación del magnate Carlos Slim en el mercado de la televisión restringida se prolongará por dos años más, según la iniciativa de Peña Nieto enviada al Senado.
Si América Móvil pudiera dar servicios de televisión por cable, distintos expertos calculan que, de golpe, se incrementarían entre 6 y 9 millones los nuevos usuarios de este sistema, lo que modificaría el esquema de concentración que actualmente tiene Televisa en este mercado.
En su comunicado del 27 de marzo, América Móvil criticó duramente la iniciativa del Ejecutivo federal y consideró que las disposiciones “crean barreras de entrada a mercados altamente concentrados como lo son el de radiodifusión y televisión restringida, protegiendo así al agente económico preponderante en radiodifusión y con poder de mercado en televisión restringida”, en clara referencia a Grupo Televisa.
“Segunda temporada”
Para Javier Corral no hay duda que estamos “ante la segunda temporada de la Ley Televisa”. “Recordemos que en la primera temporada hubo quienes salieron abiertamente a defenderla y ahora los volveremos a ver en legisladores tanto del PRI, del PAN como del PRD”.
“También hubo actores que oponiéndose, supuestamente, en realidad estaban finteando reclamando cambios en asuntos meramente cosméticos, con el argumento de buscar alternativas racionales y no radicales”, rememoró Corral.
-¿Observa lo mismo en este proceso?
-Van a haber actores en todos los partidos políticos que supuestamente son opositores a la ley, pero quieren distraer lo fundamental que es el enorme regalo que le darán a Televisa, por cosas menores o aledañas.
-¿Quién encabeza ahora la defensa de la ley?
-Sin duda, el presidente de la Comisión de Comunicación, Javier Lozano.
Coincidentemente, en esta “segunda temporada” también es un actor relevante el coordinador de la bancada del PRI en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, ex secretario de Comunicaciones y Transportes, ampliamente reconocido como un aliado de los concesionarios y, en especial, de Televisa.
Hace ocho años, Gamboa Patrón era el impulsor dentro de la bancada del PRI –entonces coordinada por Enrique Jackson- y no pudo evitar la fractura de su grupo. Once legisladores del tricolor votaron en contra de la Ley Televisa. De ellos, sólo Manuel Bartlett, actual coordinador de la bancada del PT, está de nuevo en el Senado.
En la bancada del PRD, hasta donde se han expresado las distintas corrientes, todos están en contra de la iniciativa del Ejecutivo. Algunos del PRD y del PAN han pedido cambios, sobre todo, relacionados al control que se le otorga a la Secretaría de Gobernación en materia de contenidos.
Pragmático, Gamboa Patrón ya declaró que a la iniciativa del Ejecutivo federal “tendrán que hacerles cambios” para ser aprobada en comisiones y luego en el pleno.
“Ninguno de estos cambios que han plantado van a la esencia del gran regalo que Peña Nieto quiere darle a Televisa”, sentenció Corral.