Presentado como un proyecto para la reconstrucción del tejido social, el Macromural de Palmitas fue una Gran Farsa desde su inicio: no mejoró la convivencia, no significó una derrama económica e incluso afirmó mejorar la inseguridad cuando los gobiernos reconocen que no pudieron medir su impacto, de haber existido.
Por Emmanuel Ameth
Regeneración, 01 de octubre de 2018.- El Macromural de Palmitas ubicado en la ciudad de Pachuca en el centro de México y promovida por el Gobierno de Enrique Peña Nieto fue una Gran Farsa cuya justificación hoy en día es insostenible: la participación de la gente nunca fue la que se esperó y encima, se afirmó que bajó los índices de delincuencia cuando el gobierno municipal, estatal y federal reconocieron posteriormente y mediante solicitudes de transparencia que ni siquiera cuentan con datos sobre la incidencia delictiva del Barrio en cuestión.
Fue a través de las solicitudes de transparencia foliadas con los números 00706118 y 00477518 para el Municipio de Pachuca, 00706318 y 00636718 para los poderes Ejecutivo y Judicial del Estado, así como del oficio PGR/UTAG/DG/005257/2018 que la PGR del gobierno Federal, reconocieron por separado no contar con estadísticas sobre la incidencia delictiva del Barrio Palmitas.
Luego entonces, las afirmaciones del presidente Enrique Peña Nieto sobre una baja de la incidencia delictiva del 78% para 2015, con base en las estadísticas del año 2012, además de una baja del 35% en 80 demarcaciones prioritarias vistas en el Plan Nacional para la Prevención Social de la Violencia son falsas.
Las aseveraciones de la Secretaría de Gobernación, avaladas en ese entonces por el hoy senador Miguel Ángel Osorio Chong y así respaldadas en su momento como gobernadores por parte de Francisco Olvera Ruíz y Omar Fayad Meneses, también son falsas.
Actualmente, en Bogotá (Col.) se encuentra un Macromural de 38 mil metros cuadrados de superficie, casi 2 veces mayor al de Palmitas, en tanto que casi 4 veces más grande figura también el de Tijuana con 77.5 mil metros cuadrados contra los 20 mil del Macromural Palmitas, sólo en América Latina.
Tocado por la desgracia
Benjamín C.G., de oficio tatuador, fue un personaje muy conocido en el Barrio de Palmitas. Incluso, durante un video de la Secretaría de Gobernación tiene una breve aparición argumentando “El Palmitas que mi familia antes conocía, nada que ver con el Palmitas de hoy en día”.
Sin embargo, mientras iniciaba la Segunda Parte del Macromural, fue víctima de la delincuencia al ser baleado sobre la avenida principal en compañía de una mujer a quien acompañó para que tomara su transporte luego de hacerle un tatuaje. Él falleció y ella fue trasladada a un hospital por el taxista que la recogió en el lugar del crimen.