Decenas de mexicanos residentes en Argentina se sumaron este jueves a la ronda semanal de las Madres de Plaza de Mayo para reclamar por los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre en el estado de Guerrero, al sur de México.
Regeneración, 30 de octubre de 2014.-«Repudiamos la masacre, la gran represión a los estudiantes en México y expresamos toda nuestra solidaridad. ¡Nunca más desaparecidos!», dijo a la AFP Nora Cortiñas, dirigente de Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
La veterana luchadora por los derechos humanos, cuyo hijo desapareció en la dictadura en Argentina (1976-1984), lamentó que «en pleno siglo XXI, en una democracia, se repita esta metodología infame y nazi».
Al término de la tradicional marcha de media hora (como cada jueves desde 1977) en la céntrica Plaza de Mayo, fueron leídos los nombres de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos; a cada nombre los asistentes respondían «presente», mientras uno de ellos desplegaba una enorme bandera mexicana.
La nueva protesta en Buenos Aires se enmarcó en unas jornadas de luchas en México, un país donde, desde que empezó el combate militar contra el narcotráfico en 2006, hay unas 22.000 personas oficialmente «no localizadas», además de los casos no denunciados por temor y las más de 80.000 personas asesinadas.
«Las Madres de Plaza de Mayo son luchadoras emblemáticas en América Latina y son solidarias con nuestra lucha», dijo a la AFP Mónica Mexicano, de 31 años, integrante de la Asamblea de Mexicanos en Argentina, al explicar la iniciativa.
«Ayotzinapa es la gota que derramó el vaso, es el punto de quiebre», afirmó en referencia a la localidad donde los estudiantes desaparecidos estudiaban para convertirse en maestros.
Detrás de dos madres que llevaban una bandera que recuerda a los 30.000 desaparecidos de la dictadura argentina, los mexicanos portaban carteles con las consignas «Vivos los llevaron, vivos los queremos», «Aparición con vida de los 43 compañeros».
«Tenemos un narcoestado, el narcotráfico está en las fibras del gobierno, hay una impunidad terrible y cualquiera desaparece», denunció Marisa Barbosa, de 27 años, una mexicana que estudia en Argentina.
Junto a ella caminaba la brasileña Erika, vestida y maquillada como una Catrina, símbolo de la muerte para los mexicanos.
«La Catrina es nuestro símbolo de la muerte, es un personaje pícaro que viene por ti. Con todo lo que está pasando con los estudiantes desaparecidos la Catrina es nuestro símbolo para manifestar nuestra indignación», explicó Barbosa.
Se estima que unos 5.000 mexicanos viven en Argentina, según la Asamblea.
Los 43 estudiantes mexicanos están desaparecidos desde la noche del 26 de septiembre cuando fueron atacados a tiros por sicarios del cártel local Guerreros Unidos en complicidad con policías municipales de Iguala, adonde se habían trasladado para recaudar fondos.