Mantarraya con anzuelos en el área ocular pidió repetidamente ayuda a un grupo de buzos australianos. Estos amados buzos conmocionados publicaron el video
Regeneración, 13 de julio del 2019. Mantarraya herida pide ayuda a buzos australianos. Se trataría de un ejemplar que reconoce y ha convivido con expediciones anteriores. El hecho emocionó y tocó las fibras más íntimas de los marinos bajo el mar.
Una manta raya enorme ha sido filmada repetidamente en busca de ayuda de los buceadores, en un extraordinario encuentro en la costa de Australia.
Los buzos explican su aventura. Lo increíble del suceso. Y el hecho mismos de la tan grande cercanía con los seres vivos del mar.
Se trata de un ejemplar enorme de mantarraya.
Este ser vivo que pidió ayuda, fue descrito como un ejemplar joven y tranquilo.
Las imágenes muestran a la raya, aproximarse a los buzos, en la costa de Ningaloo, en Australia Occidental.
Lo que hacía la mantarraya era, mostrarles que tenía anzuelos atrapados bajo su ojo.
Diversos medios retomaron el video en sus páginas, entre ellos CNN.
En un video del incidente, Halls dijo que la manta raya reconoció a los buceadores de expediciones anteriores.
Las manta rayas son una de las innumerables criaturas que se encuentran en Ningaloo Reef.
Es un sitio del Patrimonio Mundial.
Además es uno de los arrecifes costeros más largos del mundo.
Esta especie de mantarrayas tiene una envergadura de hasta más de seis metros
Sin embargo a diferencia de las rayas de aguijón, no pueden dañar a los humanos.
De hecho a menudo, saludan a los buzos cercanos.
El auxilio prestado
Se narra que uno de los buzos tuvo que realizar varios intentos para auxiliar a la mantarraya.
Finalmente uno de los buzos pudo retirar los anzuelos del área ocular de la mantaraya.
“Tuvimos mucha suerte al ver una manta agradable y joven, y nos deslizamos silenciosamente en el agua para pasar un tiempo con ella”, dijo el fotógrafo Monty Halls en una publicación de Facebook.
“Después de unos minutos, notamos que tenía unos anzuelos enterrados debajo de su ojo derecho y que se presentaba repetidamente ante nuestro guía Jake”.
“Esto no fue mi imaginación, una y otra vez regresó, se volcó y se detuvo en el agua y, claramente, nos estaba esperando para que la ayudáramos”, agregó Halls.
“Jake consiguió algunos alicates, e hizo varios intentos, con la manta regresando cada vez para permitirle otra oportunidad (obviamente era doloroso para ella).
Finalmente, lo logró, y la manta se acomodó tranquilamente en el fondo y se quedó con nosotros por un rato”.