Expertos señalan que, a diferencia de generaciones anteriores, los milenials son más activos y activistas y tienen más capacidad de fiscalización y cuestionamiento hacia los políticos.
Regeneración, 09 de octubre 2016.- Los milenials, serán los encargados de elegir presidente en 2018, ya que 4 de cada 10 serán votantes, ya que se este grupo poblacional hay 24 millones de persona, siendo Chiapas la población más joven con una edad promedio de 23 años.
La generación milenial, nacida entre 1980 y 1994, tienen en sus manos el futuro político y económico del mundo. Esta generación compuesta por migrantes digitales (que conviven con tecnología análoga y digital) y nativos digitales (que se desarrollaron con al menos un dispositivo electrónico a su alcance) están más interesados por las causas políticas que por las “casas políticas”.
De acuerdo con Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político, las facilidades en la comunicación, han ayudado a la comunicación, la información y la creación de comunidades, gracias a lo cual, logró que las generaciones pasaran de consumidoras a activas y activistas.
“Son una ruptura, desde el punto de vista cultural, con anteriores generaciones, no solamente una progresión o un escalón más en matices o en desarrollo socioeconómico de las anteriores”, detalló Antoni.
Para Ricardo Colín, de 27 años quien trabaja en un portal de venta de productos por internet, los milenials “somos gente que está hasta la madre de que nos encasillen” y recalca “vivimos bajo un estereotipo constante, no sé por qué nos culpan por la irresponsabilidad de la seguridad social, la falta de empleo, pues esos son problemas de las generaciones pasadas. Me considero adulto joven que lucha contra gente que aún le teme a una computadora”.
“Lo que no se entiende es que esta generación piensa desde otra perspectiva nada anacrónica. Dudan de todo y cuestionan a los políticos por las veces que les han mentido; al matrimonio, por la cantidad de divorcios que han visto; al empleo único, por la frustración que ven que genera. ¿Por qué habrían de seguir un modelo que no los representa?”, enfatiza el sociólogo por la UNAM, Christian Amaury Ascensio.
Para Antoni Gutiérrez, “no se conoce en buena parte las tecnologías y los espacios en los que estos milenials se mueven y conviven, que es fundamentalmente la tecnología móvil. Conocen algo la importancia de las redes sociales, de Twitter y Facebook, pero ni comprenden su trascendencia ni conocen lo que está pasando en Snapchat y otras plataformas de comunicación.
“Tampoco es desconocimiento técnico, sino casi cultural, de este nuevo ecosistema digital. Son esas dos cosas, una mezcla de ignorancia y desprecio que está haciendo a los políticos tradicionales estar ciegos y sordos a lo que creo que sí está pasando, pero ellos no ven ni escuchan”, puntualiza.
Además, considera que lo “que está haciendo mal en esta nueva cultura digital, en el plano político, es creer que uno puede esperarse cinco, seis años, tranquilamente a que haya un nuevo proceso electoral sin rendir cuentas. Cuando eso pasa, lo normal es que no acabe de conectar con la gente joven, y más con los milenials, que tienen gran capacidad de fiscalización, de observancia y análisis potente de lo que está sucediendo”.
Para el experto español, Enrique Peña Nieto “puede ser el último presidente de un modelo de partidos y de una manera de hacer política en México. Quizá a partir de 2018 emerjan otro tipo de actores políticos capaces de mover el tablero, como está pasando en otros países”.
Con información de El Universal.