Empresas en todo el país desgastan la economía, la salud, e incluso la confianza y el tejido social dentro de las comunidades con tal de extraer el mineral
Regeneración, 25 de octubre de 2016.- Una investigación realizada por Renata Bessi y Santiago Navarro F. de la agencia SubVersiones revela que la extracción de un mineral empleado en la fabricación de teléfonos celulares amenaza, por diversas razones, la vida de los pueblos indígenas de Chiapas.
Se trata del titanio, un metal que no sólo se emplea en celulares sino también en la fabricación de armas, aeronaves, barcos, ingeniera nuclear y equipo de alta tecnología en general. Los investigadores indican que los mayores consumidores de titanio son Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y China, importantes potencias internacionales.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, México puede cubrir buena parte de la demanda mundial del titanio, especialmente Chiapas, donde se han encontrado abundantes yacimientos de 13 metales como el oro, plata, cobre, zinc, fierro, plomo y titanio.
Otros países con importantes yacimientos son Brasil, Paraguay, Chile y Perú.
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El Gobierno Federal ha entregado al menos 99 concesiones a tres empresas canadienses y una china para la extracción del metal. Sin embargo, las consecuencias las resienten los pobladores.
Desde las exploraciones de las compañías se ha afectado a las comunidades. «Vinieron a engañarnos, esta es la verdad. Nos prometieron muchas cosas. Dijeron que iban a construir un mercado, carretera, un parque para los niños. Pero todo eso sólo quedo en puras palabras», dijo una pobladora, Florentina Antonio Morales.
Agregó que las mineras emplean prácticas deshonestas para conseguir sus propósitos. «A las autoridades les están dando algo de dinero y a la gente la están engañando con una despensa, como lo hace el gobierno. La verdad, yo no necesito de despensa. Yo cultivo mi cacao, mi café», explica.
Y no sólo eso; las mineras han afectado la salud de los pobladores, sus cosechas y sus animales. De acuerdo con datos de la organización REMA en Soconusco, en el municipio de Acacoyagua, donde están en proceso de explotación dos minas de titanio, los casos de cáncer de hígado, estómago y testículos son cinco veces mas frecuentes en la región de lo que deberían ser y algunos de estos casos se han dado en niños y niñas, explican los investigadores.
«Están afectando nuestra cosecha, nuestra salud y la de nuestros animales», dice la pobladora.
Por si no fuera poco, los pobladores describen cómo estas compañías privadas no sólo desgastan su salud, sino también la confianza y el tejido social dentro de las comunidades.
«Lo que estamos viendo es que las empresas ya han comenzado a utilizar un patrón con las comunidades, la división. Ellas dividen, compran, utilizan toda especie de presión y chantaje. Y esto es con todos los proyectos extractivistas en el país, lo que ha generado un gama de conflictos», sostiene Gustavo Castro Soto, investigador de la asociación civil Otros Mundos.
Ante esta amenaza, los pobladores de los distintos municipios de Chiapas decidieron organizarse en agosto de este año y declararse en asamblea general comunitaria «Libres de Minería».
Cerca de 300 representantes de los municipios de Tapachula, Huhuetán, Mazatán, Suchiapa, Tuxtla Gutiérrez, Acacoyagua, Escuintla, Cintalapa y Tonalá tomaron esa determinación por las graves afectaciones a la salud que ya se han hecho presentes en la región.
«Nos unimos a las más de dos mil declaratorias de territorio libre de minería en el país, así como a las más de 80 actas ejidales y bienes comunales y 30 municipios de Guerrero, Oaxaca, Puebla y Chiapas que dicen no a la minería», agrega Castro.
Leer la investigación completa en SubVersiones.