Para Carlos Loret de Mola, el anuncio de una alianza entre el PAN y PRD es un “adelantado reconocimiento de la derrota” en las elecciones del 4 de junio. Inquietos, Barrales y Anaya buscan que más políticos de sus partidos, apoyen el frente opositor
Regeneración, 25 de mayo de 2017.- El anuncio de una alianza entre el PAN y PRD para las próximas elecciones presidenciales, es un “adelantado reconocimiento de la derrota” en los comicios del 4 de junio para elegir al nuevo gobernador o gobernadora del Estado de México, dice Carlos Loret de Mola en su columna Historias de reportero.
Los verdaderos jefes de las campañas, asegura, son Enrique Peña Nieto del PRI y Andrés Manuel López Obrador de Morena. Pero también, en los otros partidos, rezagados en las cifras de las encuestas, reflejan una lucha al interior.
Se dice que, debido al crecimiento de Juan Zepeda, él y su padrino político, Héctor Bautista, se han vuelto “jugadores de primera fila”. Incluso, dice, se habla de que Zepeda podría ser el próximo dirigente nacional del Sol Azteca y hasta candidato a la presidencia de la república.
Pero no faltan los descontentos dentro del PRD que, irritados, cuestionan a la líder Alejandra Barrales.
En el caso del PAN, escribe Loret, Ricardo Anaya quedará “severamente golpeado” si el albiazul pierde las elecciones en Nayarit, Coahuila y el Estado de México, esta última afectada por la caída de Josefina Vázquez Mota.
En caso de perder el territorio mexiquense, Anaya podrá alegar que “quiso impulsar una alianza, PAN-PRD y que, al no darse, tampoco se le puede cargar toda la culpa”, asegura Loret y añade que tanto Barrales como Anaya están preocupados porque las encuestas reflejan la derrota que se avecina.
Tan intranquilos están que el fin de semana, Graco Ramírez, del PRD, y Rafael Moreno Valle, del PAN, declararán la necesidad de una alianza entre sus partidos para la elección de 2018.