La falta de políticas y mecanismos que disminuyan los índices de violencia no preocupan a los funcionarios, ellos prefieren consagrar sus Estados a Dios para que las cifras cambien.
Regeneración, 19 de mayo de 2017.- Ante la violencia que impera en México, cada vez más gobernadores y alcaldes deciden encomendarse a un ser supremo para que solucione la situación.
Ni la ingobernabilidad ni la falta de políticas y mecanismos que coadyuven al cese de la violencia, preocupan a los funcionarios que prefieren consagrar sus Estados a Dios para que las cifras de muertos y desaparecidos desciendan mágicamente.
El caso más reciente es el del gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, quien en una ceremonia religiosa para bendecir su trabajo y que “Dios y su voluntad” lo orienten, aprovechó para “consagrar a Guanajuato al Sagrado Corazón de Jesús”.
En 2013 cuando el cártel de Los Zetas tenía fuerte presencia en Monterrey, la exalcadesa Margarita Arellanes, decidió “entregar” la capital a Jesús para que reinara la paz.
“Yo entrego la ciudad de Monterrey a nuestro señor Jesucristo para que su reino de paz sea establecido, abro las puertas de este municipio a Dios como la máxima autoridad. Reconozco que sin su ayuda no podemos tener éxito», dijo en aquel entonces.
Un año antes, en 2012, Luis Warton fungía como alcalde de Acapulco y después de una reunión con el arzobispo Carlos Garfias, dijo a medios que Dios era más importante que el presidente Enrique Peña Nieto: «Me vine a encomendar a Dios», dijo al tiempo que admitió pedir que el “Señor” lo ayudara a enfrentar los problemas económicos y de seguridad en el destino playero que más fama ha dado a México.
En 2016, Mario García Flores, alcalde de Huamixtlán, en Guerrero, el estado más violento del país, fue amenazado por un grupo del crimen organizado para exigirle que colaborara con ellos, pero García se negó y aseguró que “él sólo se encomendaba a Dios».
De igual modo, el ahora prófugo de la justicia, César Duarte ex gobernador de Chihuahua se consagró al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen María en una ceremonia ante más de 14 mil personas y dijo: “Le pido perdón a Dios por todo lo que ha sucedido en el pasado, le pido que nos ayude a cambiar todo lo que no sea de él”.
A la lista se suman otros actores políticos que han solicitado ayuda a Dios para el pago de aguinaldos, recortes presupuestales y demás problemas financieros y de seguridad que ellos mismos decidieron no resolver.
Con información de: Infobae