En el ocaso del sexenio de Peña Nieto, mientras indica que se retirará a vivir ‘tranquilo’ al Estado de México, su hija Paulina Peña vuelve a las portadas de revista.
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Regeneración, 21 de septiembre de 2018.- Al final de su sexenio, Paulina Peña Pretelini es la protagonista de la última edición de ¡Hola!, en donde supuestamente habla de lo que aprendió durante su vida en Los Pinos, la entrevista, más que hablar de ella, habla de su padre, Enrique Peña Nieto y confirma que jamás entendió las implicaciones políticas de dejar que su familia se comportara como monarquía.
Se trata de la frivolidad, punta en su columna Estrictamente Personal, de El Financiero, Raymundo Riva Palacio, quien indica que el comportamiento de la familia es lo que terminó por dinamitar la figura presidencial.
“Permitió que su esposa Angélica Rivera abriera las puertas de Los Pinos a la revista ¡Hola!, para tomarle fotografías propias de la realeza y no de un gobierno republicano, y sin freno divulgara la compra y ampliación de su casa blanca en las Lomas de Chapultepec, que provocó que un curioso reportero, Rafael Cabrera, indagara el entretejido de esa obra que se convirtió en el punto de quiebre de la credibilidad presidencial, el antes y después de un sexenio que se esperaba de luces, y terminó en la sombra de una pesadilla interminable con la marca indeleble, con razón o sin ella, de corrupción”, señaló el columnista.
“La falta de recato de la familia presidencial y de prudencia por parte del presidente, lo vuelve a exhibir ante la opinión pública como un hombre frívolo, que, o no tiene control sobre su familia, o está rebasado por ella. Ningún presidente antes que él había permitido la utilización de la revista ¡Hola! como un vehículo de comunicación política, porque esto es comunicación política. La revista de la monarquía y la aristocracia, de los millonarios y los pudientes, escogida como el escaparate de fin de sexenio de la familia presidencial”.
En este punto, Riva Palacio señala un concepto de comunicación que acuñó en 1964 Marshall McLuhan, quien indicó que “el medio es el mensaje”.
“Cuando en su influyente libro sobre la teoría de los medios de comunicación, señaló que no es el contenido, sino el medio en sí mismo lo que debía de estudiarse y analizarse, al ser un componente fundamental de cómo se influye en una sociedad, en tanto cómo se proyecta al ser el medio una extensión de sí mismo. Peña Nieto no estudió comunicación, sino derecho, y su equipo de comunicación demostró, a lo largo del sexenio, una incompetencia antológica. La portada de ¡Hola! es, en este sentido, la confirmación de lo dicho”, indicó.
“Peña Nieto lo debió haber sabido, pero nunca lo entendió y seguirá sangrando por la misma herida hasta que termine su mandato. Bien ganado se lo tiene”.