Aunque las autoridades federales tienen pruebas suficientes para castigar el escándalo de corrupción de Odebrecht en México, no se ha castigado para no afectar al PRI en las elecciones.
Regeneración, 11 de junio de 2018.- México es uno de los dos países que no han castigado a ningún funcionario por la trama Odebrecht, empresa brasileña que repartió sobornos en toda Latinoamérica y que ha provocado encarcelamiento de presidentes, ex presidentes y altos funcionarios, debido a la cercanía de las elecciones, señaló The New York Times.
“El gobierno mexicano tiene suficiente evidencia para presentar cargos contra funcionarios relacionados con uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia de Latinoamérica, pero se niega a hacerlo porque podrían dañar al partido oficilialista antes de las elecciones presidenciales”, indica el texto, firmado por Azam Ahmed.
Desde “Perú hasta Panamá”, funcionarios, presidentes y ex presidentes han sido procesados por el escándalo de la gigante constructora brasileña que repartió alrededor de 800 millones de dólares en sobornos en toda Latinoamérica, todos excepto dos países: Venezuela y México.
“Las causas penales están atrapadas en un limbo legal común a las investigaciones políticamente delicadas en México, donde la corrupción sigue siendo uno de los mayores impedimentos para el incipiente Estado de Derecho del país”, dice el artículo, titulado Millones en Sobornos Permanecen Impunes ante la Cercanía de las Elecciones.
Escándalos de corrupción plagaron el entorno de Enrique Peña Nieto, prácticamente desde que tomó Los Pinos, por ejemplo, su esposa “compró” una casa a un constructor que se benefició con contratos gubernamentales que envolvían a Peña.
Además, el texto señala la misteriosa desaparición de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, el uso de Pegasus, un sofisticado programa de espionaje para monitorear a luchadores sociales, defensores de derechos humanos y periodistas; y las continuas acusaciones de malversación de fondos públicos para beneficiar al PRI en diversos procesos electorales.
El artículo recuerda que desde finales de 2016, Odebrecht admitió haber entregado 10.5 millones de dólares en sobornos a Emilio Lozoya, identificado como cercano de Peña Nieto.
El caso, investigado por Santiago Nieto, se detuvo debido al despido del fiscal. Sin embargo, tres personas que revisaron la investigación de la PGR, indicaron que hay suficiente evidencia para presentar cargos.
Ni el pasado Procurador General, Raúl Cervantes, ni su sucesor, Alberto Elías Beltrán han castigado a funcionario alguno por el caso pese a que las pruebas existen, lo más que se hizo fue prohibir a la brasileña para hacer negocios en México.
“En realidad, el caso ha sido archivado”, indicaron las tres fuentes consultadas. Debido a que sufriendo de múltiples escándalos de corrupción y aumento de la violencia en todo el país, el gobernante Partido Revolucionario Institucional no puede arriesgarse a que aflore otro escándalo antes de las elecciones presidenciales de julio, dijeron.
Sin embargo, a decir de Eduardo Bohórquez, uno de los ideadores del Sistema Anticorrupción, en lugar de ayudar, detener las investigaciones, sólo afecta más al PRI,
«Este escándalo va más allá de afectar la reputación del presidente, que ya está dañado», dijo Eduardo Bohórquez. «No castigar a nadie en este caso, podría afectar el futuro del partido».
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