Un año antes de vender Pegasus a la PGR, la empresa Tech Bull acababa de crearse y, de acuerdo con el dueño y administrador en ese entonces, “no hizo ninguna venta” y no recibió ni un sólo peso de la venta del malware a la dependencia.
Regeneración, 28 de julio de 2017.- En un asentamiento irregular de una barranca, vive el dueño legal de Grupo Tech Bull SA de CV, la empresa intermediaria mexicana que vendió a la PGR el malware espía Pegasus en 32 millones de dólares.
Al otro lado, se ubica la vivienda del apoderado legal de la misma empresa y quien firmara el contrato con Tomás Zerón, ex director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR.
A través de los periodistas Raúl Olmos, Valeria durán y Daniel Lizárraga, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), ubicó los domicilios del dueño, así como del operador de Grupo Tech Bull y constató que ambos residían en inmuebles ubicados en colonias.
Carlos Cayetano Miguel, quien en actas aparece como dueño y administrador único de Tech Bull, aseguró que desconoce sobre la transacción realizada con la PGR y que no recibió ni un peso de ganancia.
Al salir de su casa ubicada en la calle Río Jordán 15, colonia Puente Colorado, en la barranca de Guadalupe, Cayetano Miguel dijo que como “casi no ve noticias” no sabía de la compra del malware ni que se utilizó para espiar a periodistas.
“No, yo no; le digo que yo no sabía nada de eso. La empresa es la que tiene el dinero. Hace como tres o cuatro años vendí mis acciones”, comentó.
Dijo que sus acciones fueron vendidas en unos 3 mil pesos de aquel tiempo (2013) y después “no tengo idea de qué se hizo; se vendió o no se vendió, a quién se le vendió”.
El 10 de octubre de 2013, Grupo Tech Bull se constituyó en la ciudad de México ante el notario Alfredo Ayala Herrera, con un capital de 50 mil pesos. Y, apenas un año después, el 29 de octubre de 2014, vendió a la PGR el malware espía Pegasus en 32 millones de dólares.
Entonces, en el acta constitutiva quedó inscrito como socio y administrador único el mismo Carlos Cayetano Miguel, de 26 años de edad. La empresa nació el mismo día en que Cayetano se tituló como contado público en el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
La empresa, se le ocurrió un día, así nada más.
“Fue así de ‘vamos a hacer una empresa’”, dijo.
De acuerdo con Cayetano, desde su creación en 2013 y hasta que él se retiró de la administración del negocio en noviembre de 2014, “no hizo ninguna venta”.
El 29 de octubre de 2014, un año después de la creación de Grupo Tech Bull, la PGR firmó un contrato a favor de dicha empresa para el servicio de 500 infecciones de equipos celulares con el malware Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group.
El contrato fue firmado por Tomás Zerón y por parte de Tech Bull lo hizo Luis Armando Pérez Herrero, un ingeniero en sistemas originario de Hidalgo, apoderado legal de la empresa.
Luis Armando Pérez Herrero aseguró ante el notario Javier Eduardo del Valle que su domicilio estaba en la avenida Tamaulipas 2016, en el pueblo Santa Lucía, en la delegación Álvaro Obregón.
MCCI preguntó a los inquilinos y locatarios si conocían a Armando Pérez Herrero, pero nadie pudo identificarlo.
El primer domicilio de Grupo Tech Bull estaba en Homero 538, interior 303, en Polanco, un edificio de oficinas virtuales donde también estaban inscritas dos empresas fantasma de Veracruz ligadas a Javier Duarte.
Tech Bull es una filial de Balam Seguridad Privada, la cual fue creada el 15 de mayo de 2012 por Asaf Zanzuri, de origen israelí, de acuerdo con documentos filtrados por WikiLeaks.
Rodrigo Ruiz de Teresa Treviño, sobrino del coordinador de Puertos y Marina Mercante de la SCT y ex dirigente del sector popular del PRI, Guillermo Ruiz de Teresa, se incorporó como socio de Balam el 23 de enero de 2013, según documentos a los que tuvo acceso MCCI.
Balam, junto con Tech Bull, acapararon contratos en prácticamente todas las dependencias de seguridad del gobierno federal.
Carlos Cayetano, el supuesto dueño de Tech Bull, aseguró que no conoce a la gente de Balam y que no ubica a Rodrigo Ruiz ni reconoce ningún negocio conjunto, sólo se limitó a decir que “a la mejor fue… pero ya con los otros [con los que supuestamente compraron sus acciones]”.
“A final de cuentas, si a la mejor aparece que se vendió [el malware Pegasus], yo no le veo problemas”, añadió.
Con información de El Universal