Regeneración, 03 de febrero 2016.- Pasaron más de 30 años antes de que dos presuntos implicados en un caso de esclavitud sexual y doméstica contra mujeres mayas-keqchí fueran juzgados por sus delitos.
De acuerdo al expediente, las mujeres, cuyos familiares fueron previamente secuestrados y desaparecidos en manos de militares, fueron obligadas a cocinar y lavar la ropa de los soldados, además de ser abusadas sexualmente.
Los implicados son el coronel Esteelmer Reyes Girón de 59 años a quien se le acusa por delitos de lesa humanidad y Heriberto Valdez Azij de 74 años, culpado de desaparición forzada y violencia sexual.
Han pasado tres décadas desde los abusos, que tuvieron lugar entre 1982 y 1983 en una comunidad del municipio El Estor, donde se irguió un campamento militar para luchar contra la guerrilla marxista. Pese a que este tipo de ataques ocurrieron en prácticamente todas las zonas donde hubo operaciones del ejército, este es el primer caso que se lleva a los tribunales.
La sentencia quedó en manos de la juez Yasmín Barrios, sin embargo, el proceso legal puede tardar meses.