Hoy el FBI anunció que reabriría la investigación contra la candidata por nuevas pruebas obtenidas de la computadora de Anthony Weiner, marido de la mano derecha de Clinton.
Regeneración, 28 de octubre de 2016.– Que investiguen a Hillary Clinton no es nuevo, lo nuevo es que a unos días de las elecciones el FBI indique que reabrirá la investigación, luego de que haya sido cerrada por considerar que no se había manejado información clasificada.
Ya en abril pasado, el The New York Times hizo el señalamiento de que puso como paralelo el flujo de dinero de la Fundación Clinton, mientras Rusia tomó el control de la producción de una quinta parte del uranio de Estados Unidos, ante el visto bueno de la unión americana.
En aquel entonces, la nota titulada “Dinero en efectivo fluyó a la Fundación Clinton en medio del reparto de Uranio a Rusia”, indicó que en 2013 la agencia rusa de energía atómica, Rosatom, tomó el control de una minera canadiense, de las mayores productora de uranio en el mundo y que con ello, Putin aseguraba un paso más para tomar el control de la cadena de suministro de Uranio, elemento utilizado en la elaboración de armas atómicas.
Y mientras Rusia tomó el de esta minera candiense conocida como Uranio Uno, la fundación de los Clinton tuvo fuertes donaciones de la empresa que sumaron 2.35 millones de dólares.
Por si fuera poco, luego de que los rusos anunciaron su intención de adquirir una parte de Uranio Uno, Bill Clinton fue contratado para dar un discurso en Moscú, en un banco de inversión con vínculos con el Kremlin (sinónimo de gobierno ruso); por este discurso, el ex mandatario recibió 500 mil dólares.
Hasta el momento no se ha determinado la relación entre las donaciones de dinero y la adquisición de Uranio Uno de parte de los rusos, pero el diario neoyorkino indica que es probable que la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton haya favorecido los intereses de sus donadores con su cargo.
Para que la venta a Rusia se realizara, el trato debía ser aprobado por el Comité de Inversiones Extranjeras en los Estados Unidos (CFIUS por sus siglas en inglés) compuesto por representantes de agencias del gobierno de Estados Unidos entre los que se encontraban el Departamento de Estado, liderado por Hillary Clinton; pero además debían aprobarlo los secretarios del Tesoro, Defensa, Seguridad Nacional, Comercio y Energía, entre otras.
Sobre estas acusaciones, el portavoz de la campaña de Clinton, Brian Fallon, dijo que las acusaciones eran infundadas.
“Además del hecho de que la Secretaría de Estado es sólo una de las agencias involucradas en el CFIUS, también es cierto que el proceso de aprobación de CFISU no necesariamente tendría que involucrar personalmente a la secretaria de Estado (hHillary Clinton)”.
Indicó que el principal representante de la Secretaría de Estado ante el CFIUS era el Asistente de la Secretaría de Estado para Asuntos de Economía, Energía y Negocios, cargo que tenía Jose Fernandez.
Mientras las investigaciones fluyen contra la ex secretaria de Estado, muchos medios han criticado el hecho de que las leyes sean menos duras con ella, pues mientras varios servidores públicos de bajo nivel han sido encarcelados por utilizar correos electrónicos encriptados, la candidata demócrata goza de tiempo para su campaña presidencial.
Ella misma fue una dura critica de casos como el de Chelsea Manning, cuyos correos eran mucho menos intrascendentes que los de la ex secretaria.
A once días de la elección presidencial en Estados Unidos, el FBI anunció que seguirá investigando a Clinton por nuevos correos revelados por “casualidad” mientras investigaban el caso del sexting del esposo de la mano derecha de la candidata demócrata.
Vía The New York Times y The Intercept