Pretensión elevada (poema)

¿Acaso tú puedes saborear esta miseria que llevo? ¿Acaso puedes palpar la inmundicia que  arrastró en el pecho? ¿O puedes sentir el roce de unos labios húmedos contra los tuyos? ¿Puedes sentir el amor o el odio a muerte? ¿Sientes ese vació en el estómago, ¿Sientes ese hueco que causa la existencia?

lluvia

Por: Jorge Pino Bocanegra.

¿Te acuerdas de esas gotas de lluvia

Sobre tu rostro o la manera tan peculiar

De tus ojos viendo el césped crecer?

¿Te acuerdas de esa pequeña y tierna

Lágrima que cayó al suelo por

Furibunda alegría de ver retornar tus recuerdos?

¿Te acuerdas de tu cara reflejada en

El vidrio observando el paisaje

Mientras el coche avanzaba

O los cantos de tu madre al entrar la madrugada?

¿Recuerdas la primera vez que tus pies tocaron la arena

O cuando la resaca del mar masajeaba tus pantorrillas?

¿La primera vez que te impresionaste con una ardilla

o  la primera vez que volteaste a ver el cielo,

Cuando creías que el sol se apagaba porque tocaba el agua del océano?

¿Recuerdas tú rostro al probar el limón o el chile

O la primera vez que se entumieron tus manos por el frió?

¿Recuerdas esos días donde dormías y tu saliva

 Se escurría por tu boca hasta la almohada?

Y entre  la confusión y el mundo,

Miles de incógnitas se derraman

Me pierdo, me mareo,

Tú, marea de recuerdos,

Somos dos pájaros arrancándose las plumas mutuamente

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Dos cúmulos de ceniza apunto de disiparse por el viento

Dos entes desnudos en la incertidumbre

En la niebla

Dos voces apagadas por las llamas

¿Acaso tú puedes saborear esta miseria que llevo?

¿Acaso puedes palpar la inmundicia que  arrastró en el pecho?

¿O puedes sentir el roce de unos labios húmedos contra los tuyos?

¿Puedes sentir el amor o el odio a muerte?

¿Sientes ese vació en el estómago,

 Sientes ese hueco que causa a existencia?

¿Acaso tú no tienes esa ansiedad que

Antoja arrancarse la piel y dejarse

La piel sangrando a la intemperie?

¿Acaso tú no tienes ese apetito que te llama

A rascar el alma para ver que inmundicia

Tira?

¿Qué nuevo pensamiento de muerte te invade?

¿Puedes llorar escuchando música o leyendo un verso?

¿Puedes sentir esa pesadez al despertar,

Esa atracción de la cama a quedarte

Dormido para siempre?

¿O esa levedad al acostarte después de un día deprimente?

Todos los rostros  me parecen ajenos

Mi identidad se disipa entre tus manos

Frenético, me refugio en el único lugar que conozco,

Mi locura

Y es que

Entre tú y yo

 hemos construido tantos muros de silencios,

Que ya no sé quién es quién.

Lloró, me resigno a llevar culpas y penas en el aire que respiro

La única pizca de humanidad se aferra a mí

Como sanguijuela hambrienta,

Preguntándome si todavía queda algo que salvar

el amor no nos ofrece nada,

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Falsas promesas, y mentiras

Maquilladas

Dame la mano

Caminemos en retroceso

Que ya habrá tiempo de madurar y preocuparse

Que aún queda tiempo de que nos salgan

Branquias en las costillas y se arruguen nuestras manos

En el agua.

Aún hay tiempo para amar sin mesura, y perdonar,

Los Recuerdos dolorosos

Borrarlos como la arena se olvida de nuestras pisadas,

Basta de tortúranos con limón en las heridas

Basta de estar sordos al “te quiero” de nuestras madres

Y “cuídate” de nuestros padres.

Ven vamos, escuchemos otra vez la melodía de la paz

De la armonía, de la ingenuidad

Que aún hay tiempo de perdernos

Observando como nuestras miradas se destruyen

Ven vamos, que me gusta apreciar

Como tus pupilas reflejan sol

 Y como tus manos cantan lunas,

Y las estrellas

Neuronas de tu mente

Ven saboréame por debajo de la lengua

Contamíname de sustancias

            Que me gusta ver como destruyes mis pilares

Como me insertas colores en los ojos

Y traes de vuelta la esperanza

Como si fueras una píldora de reinicio