El reparto de tarjetas rosas entre mujeres de bajos recursos en el Estado de México se intensificó en los últimas semanas, supuestamente las tarjetas se activarán una vez que gane el PRI.
Regeneración, 22 de mayo de 2017.- Miles de “tarjetas rosas”, la anunciada política de Alfredo del Mazo para apoyar a las amas de casa, se están repartiendo en el Estado de México a nombre del priista.
Según información de El Reforma, el PRI está ofreciendo el plástico a cambio de copias de la credencial de elector y la promesa de voto.
La entrega habría iniciado el 15 de mayo pasado bajo la promesa de que “si el candidato llega a quedar ganador, estas (tarjetas) se van a activar. Hay que votar por él”, según dijo un animador.
Las tarjetas que se reciben no tienen ni chip ni banda magnética como una tarjeta bancaria, y en la parte trasera, la Tarjeta Salario Rosa únicamente contiene un mensaje propagandístico y un espacio en blanco para que la beneficiaria ponga su firma.
“¿Cómo hacemos posible el salario rosa? Al hacer crecer la economía del estado con la apertura de empresas, el estado tendrá mayores ingresos, esos ingresos serán destinados al programa salario rosa”, dice en la tarjeta.
El impacto del “salario rosa” en la entidad podría alcanzar hasta 10 por ciento en las elecciones del 4 de junio en las que se disputará la gubernatura del Estado de México; y es que en un estado constituido generalmente por pobres, el PRI está “utilizando la necesidad económica” de las familias, a través del salario rosa que ofrece 20 pesos diarios, unos 600 al mes y hasta 7 mil 200 al año para intercambiarlo por votos, recursos, que además están dirigidos específicamente a los hogares de mujeres de bajos recursos y no a los 4 millones 168 mil hogares de la entidad; ni siquiera al millón 158 mil 268 de hogares que tienen una jefa de familia.
Lea: Demagogia ‘Rosa’
Aunque desde antes del inicio de las campañas electorales se ha señalado la forma en que PRI entrega apoyos, y se han presentado denuncias, no se ha parado ni un spot del candidato.
Vía El Universal y Reforma