Reivindican las posibilidades del dibujo de Héctor Xavier en el Munal

La obra del dibujante Héctor Xavier es expuesta en poco más de 100 piezas presentadas, que reúnen el material de las ilustraciones publicadas en libros, revistas y periódicos, o en soportes, como servilletas, hojas de papel y programas de mano


 

RegeneraciónMx, 7 de diciembre.- El Munal inauguró la exposición Héctor Xavier. Señales de vida, en el marco del centenario del artista y dibujante mexicano reflexionando en torno a la historia del arte moderno y el dibujo, acercando a los públicos a su técnica y estilo que abrevaron en los antiguos maestros europeos para representar animales, retratos, desnudos y escenas costumbristas.

Para la directora general del INBAL, Lucina Jiménez López, el artista originario de Tuxpan, Veracruz, no solo hizo su obra de dibujo buscando su propia expresión, la cual encontró en el autorretrato, en los animales, en las texturas, sino “en los diálogos que fue capaz de formular en su tiempo, con la poesía, con el teatro, con los grandes escritores que en su momento le buscaron” para que hiciera la parte visual de sus obras.

Tras reconocer la amplia trayectoria que le permitió aventajarse en su época a otros artistas, la titular del INBAL dijo que Héctor Xavier reivindicó el dibujo como una expresión que es la base de cualquier posibilidad del arte.

Héctor Xavier. Señales de vida, exposición que a partir de este 7 de diciembre estará abierta al público, “va a nutrir la mirada de muchas nuevas generaciones que van a poder descubrir unas vetas fundamentales del dibujo, de la técnica que desarrolló”, en la cual se formó y que fue capaz de compartir con un mundo que en ese momento lo requería, comentó.

Al reconocer la trascendencia del artista, destacó que estuvo adelantado a su tiempo, pues “no solo desafió lo establecido en las metodologías de la enseñanza de la plástica, sino también se reunió con muchos creadores para ser parte de quienes prefiguraron La Ruptura, de quienes generaron un diálogo bastante profundo respecto a cómo el arte mexicano podría desprenderse de una sola narrativa que estuvo establecida durante un tiempo histórico específico”.

En palabras de la curadora e investigadora Miriam Kaiser, “Héctor fue una persona que buscó demostrar la belleza y ahora con esta exposición lo asevero.

“Ya fueran el ballet, el teatro o los animales, cualquiera de los motivos que él utilizó, siempre fueron buscando una belleza especial y esto es lo que van a ver aquí: una maestría, un amor al dibujo”.

Caracterizadas por la figuración y el preciosismo en el detalle, las poco más de 100 piezas presentadas en esta exposición reúnen el material de las ilustraciones publicadas en libros, revistas y periódicos, o en soportes, como servilletas, hojas de papel y programas de mano, a través de los cuales los visitantes podrán admirar el extenso trabajo de un artista que vivió por y para el dibujo.

Lo interesante de su obra es la capacidad de observación del artista hacia su entorno; prueba de ello es la serie de dibujos de animales realizados en el Zoológico de Chapultepec, los cuales conformaron el libro Punta de Plata (1958), editado por la UNAM y acompañado por textos alusivos del escritor Juan José Arreola. El título de dicho libro hace referencia a la técnica de dibujo que, en diferentes formas, siguió utilizando hasta el fin de sus días (3 de julio de 1994), como dieron cuenta de ello sus numerosas exposiciones.

Cabe destacar que la mayor parte del acervo que conforma la exposición existe gracias a Miriam Kaiser, quien resguardó todo este material durante años, dentro de libros, cajas y gavetas, y que ahora se presenta por primera vez en el Museo Nacional de Arte. Adicionalmente, la muestra se compone de libros provenientes de la biblioteca personal del artista –varios de ellos intervenidos con uno o varios de sus dibujos– así como una selección de fotografías, catálogos e invitaciones de sus exposiciones individuales y colectivas, de la mano de generosos préstamos de instituciones y coleccionistas particulares.

Héctor Xavier. Señales de vida abre sus puertas en las salas temporales del Munal para disfrute de todos sus públicos. La muestra incluye un importante programa académico que da inicio con el conversatorio entre Miriam Kaiser, Luis Rius, Angélica Abelleyra, María Teresa Favela y Carmen Gaitán, para dar cuenta de la vida personal y artística del maestro. Asimismo, se integran una conferencia de Alfonso Miranda en torno al autorretrato de Héctor Xavier que resguarda el Museo Soumaya, y una charla dictada por Dabi Xavier, hija del artista, sobre las ilustraciones y anecdotario de este emblemático dibujante veracruzano.

Por último, se ofrecerá una conferencia magistral a cargo de Alejandra González Leyva, titulada Los ecos renacentistas en la animalia de Héctor Xavier.  Aunado a ello, las actividades educativas que acompañan la exposición estarán conformadas por visitas guiadas y talleres dirigidos a niñas, niños, jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidad. De estos últimos destaca un taller de prácticas y ejercicios inspirados en el trabajo gráfico y la representación de la animalia del artista.

Infancia y adolescencia del artista veracruzano 

Héctor Xavier nació el 3 de diciembre de 1921 en Tuxpan, Veracruz, donde transcurrió su infancia y adolescencia. En 1938, a los 17 años de edad se trasladó a la Ciudad de México con el deseo de ser artista. A principios de los años cuarenta ingresó como oyente a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, donde permaneció una corta temporada.

Mientras tanto, dibujó por su cuenta y para subsistir realizó numerosas actividades, entre ellas, se dedicó a elaborar caricaturas a los transeúntes de San Juan de Letrán. Bajo la guía del artista dominicano Darío Suro –en aquel entonces agregado cultural de la Embajada de República Dominicana en México–, Héctor Xavier dedicaría sus días a encontrar un estilo propio en el dibujo. Muy pronto logró entrar al periódico El Nacional para hacer sus primeras ilustraciones.

Mikel Ayestaran narra las heridas de Oriente Medio