Robots letales, el peligroso futuro de las guerras

Armas robóticas, como drones armados, ya se están utilizando en todo el mundo, pero algunos expertos militares predicen la investigación de vanguardia podría dar lugar a robots asesinos autónomas dentro de 20 años

Regeneración, 22 de julio 2014.-El pasado 13 y 16 de mayo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), celebró una reunión en su sede de Ginebra, en Suiza, para discutir la legalidad de los robots asesinos autónomos.

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La convención de la ONU sobre Ciertas Armas Convencionales, que consta de 115 estados, sirvió para prohibir o limitar el uso de armas que matan a civiles indiscriminadamente o causan dolor innecesario, como las minas y los láseres.

Pero uno de los temas más importantes fue el uso de armas letales autónomas, también conocidas como “robots asesinos”, que no necesitan del control de una persona para tomar la decisión de terminar con la vida de un ser humano.

Especialistas como Ronald Arkin y Noel Sharkey, señalaron que las armas autónomas son un tema que no debe dejarse pasar.

Según Noel Sharkey, cofundador de la Campaña Contra Robots Asesinos y presidente del Comité Internacional por el Control de Armas Robóticas, las armas letales autónomas son posibles amenazas para la humanidad y, por tanto, tienen que ser prohibidas.

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“No se puede garantizar que los sistemas de armas autónomas respeten de forma predecible el derecho internacional”, comentó Sharkey, argumentando que la ausencia de diálogo internacional sobre estas armas representa “un gran riesgo para la humanidad”.

Hasta el momento únicamente se ha visto el uso de robots o drones que manejados a distancia pueden utilizarse en campos de batalla, por lo que aún se está muy lejos de crear una inteligencia artificial capaz de identificar sin error al “enemigo” y abatirlo sin antes haber recibido una orden.

Puntos de Acuerdo: 

Uno de los puntos a los que se llegó en la reunión de la ONU que contó con representación civil a través de la Cruz Roja, Derechos Humanos y la Campaña para Detener a los Robots Asesinos, entre otros, fue que se debe poner una atención internacional en el desarrollo de estas armas.

Lo más relevante fue que la mayoría de los Estados se oponen al desarrollo de armas “totalmente” autónomas, porque su creación, coinciden, despierta otras interrogantes que deben estar resueltas antes de poner esa tecnología en las calles o el campo de batalla.

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Por ejemplo, señalan que quién será el responsable de los actos de los “robots asesinos”; qué se hará cuando ataquen a un blanco que no era “enemigo”, o cuáles son las regulaciones que deben establecerse para su producción. Sin olvidar los problemas morales y éticos que pueden despertar.

Durante las reuniones surgió también un nuevo término, el “control humano significativo” que quiere decir que, si bien será una tecnología autónoma, el fabricante o dueño puede ejercer cierto control sobre ésta, sin embargo este tipo de término es ambiguo.

Información: Salon  y Dimagen