El propio Ruiz Esparza da cuenta de la compra de sus departamentos y la venta de sus casas en su declaración patrimonial. Pero lo que no declara es cuánto le costaron esos departamentos y a quién se los compró.
Regeneración, 24 julio 2017.- Desde que se inició el Gobierno de Enrique Peña Nieto, su Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, adquirió cinco departamentos de 2013 a 2015, es decir, su patrimonio de bienes inmuebles creció a un ritmo de 1.6 viviendas por año.
Las construcciones que van de los 182 a los 219 metros cuadrados han sido todas pagadas al contado por el hombre a cargo de la infraestructura del país.
Ruiz Esparza vendió cuatro casas que pagó al contado en 1983, 2004, 2007, y 2010. Es decir, ha comprado y vendido propiedades. Y, como en juego de Monopoly, ha mantenido en la última década en su haber por lo menos cinco bienes inmuebles que se extienden en terrenos de 200 metros cuadrados.
El pasado 12 de julio, un socavón de 8 metros de diámetro se abrió en el paso exprés Cuernavaca. Se llevó dos vidas, la de un padre y un hijo. Legisladores de todos los partidos de oposición y hasta Aristóteles Núñez, ex director del SAT, sostienen que el funcionario debe renunciar.
En el caso que renuncie, Ruiz Esparza ya no será el mismo. Cuando en 2012, Peña Nieto lo llamó al Gobierno federal, poseía sólo un departamento de 149 metros cuadrados de construcción habitable que pagó al contado en 2009. Ahora es dueño de seis.
El propio Ruiz Esparza da cuenta de la compra de sus departamentos y la venta de sus casas en su declaración patrimonial presentada ante la Secretaría de la Función Pública, como lo ordena la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. Pero lo que no declara el funcionario, es cuánto le costaron esos departamentos y a quién se los compró.
En julio de 2015 un audio, reveló que OHL intentó pagar la estancia de Gerardo Ruiz Esparza en un hotel de la compañía; pero el funcionario lo negó de inmediato en una conferencia de prensa.
No fue la única grabación. Otra difundió que la SCT habría adelantado información sobre una licitación carretera a OHL México y que la dependencia habría intercedido para que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente no las inspeccionara. También lo negó.
En la PGR el abogado Paulo Diez Gargari por denunció al funcionario penalmente por corrupción. Ruiz Esparza habría ampliado a discreción y en un acto ilegal el título de concesión de la autopista Amozoc-Perote por 30 años a la empresa GANA, subsidiaria de OHL México. De acuerdo con el abogado, Ruiz Esparza podría haber incurrido en uso indebido de atribuciones y malversación de fondos.
Con el escándalo de OHL a cuestas, Gerardo Ruiz Esparza tuvo que enfrentar el socavón. La SCT, bajo su cargo, otorgó el contrato para la obra “Ampliación del Libramiento de Cuernavaca en el Estado de Morelos” a la empresa Epccor de Juan Diego, José Miguel e Ignacio Gutiérrez Sainz. Son los hijos de Juan Diego Gutiérrez Cortina, dueño de Gutsa, inhabilitada por la Secretaría de la Función Pública por incumplimiento en la autopista del Sol que conecta a la Ciudad de México con Acapulco, Guerrero.
En su última declaración la de mayo, Gerardo Ruiz Esparza decidió declarar “parcialmente” sus datos patrimoniales. Asentó que no especificaría sus ingresos netos por actividad industrial, comercial, financiera y otros. Que no pondría el valor ni de las transacciones ni si están en pesos, dólares o euros los cinco departamentos que ha comprado al contado. Lo mismo indicó para los bienes muebles. También para los vehículos. Expuso también que no quería presentar inversiones, cuentas bancarias y otro tipo de valores como tampoco los adeudos, el monto original ni el saldo.
Al iniciar en la Función Pública federal, Gerardo Ruiz Esparza era dueño de cuatro casas que pagó al contado, un departamento y un terreno. Una de las casas declaradas estaba en un terreno de 402 metros cuadrados, otra en 490, otra en 266 y una más en 410. Mantuvo así su peculio inmobiliario en su segunda declaración también presentada en 2013.
Para 2014, Ruiz Esparza había añadido tres departamentos a su conjunto de viviendas. En 2015, vendió las casas de 490 y 402 metros cuadrados. En 2016 vendió las de 286 y 410. Este año, cuando es el protagonista de un escándalo que puede hacerlo dejar su cargo, Gerardo Ruiz Esparza es dueño de cinco departamentos con un metraje promedio de 200 metros cuadrados.
Con información de Proceso y Linaloe R. Flores