Buena parte de los medios estadunidenses subrayan que ninguno de los dos candidatos ha aceptado un equipo de prensa que dé seguimiento a sus actividades en todas partes todo el tiempo.
Regeneración, 12 de septiembre del 2016.-El estado de salud de los dos principales candidatos presidenciales estadunidenses, irrumpió en la campaña electoral y se convirtió en tema central a dos semanas de su primer debate y menos de dos meses de la jornada electoral.
El tópico no había estado ausente de la campaña, pero se había mantenido en segundo plano.
Ahora parece crecer apoyado en el hecho de que la demócrata Hillary Clinton tiene 68 años de edad y su rival republicano Donald Trump 70, un contraste con los 55 del presidente Barack Obama.
A la fecha el presidente estadunidense de mayor edad al tomar posesión es Ronald Reagan, con 69 años, 11 meses y 14 días de edad, lo que no le impidió cumplir dos mandatos, ocho años, en la Casa Blanca.
El interés por el estado de salud de Clinton y Trump no es nuevo, pero se había mantenido en segundo plano.
En el caso del aspirante republicano saltó a la luz a fines del pasado agosto cuando su médico personal reconoció prisa en la elaboración de un informe médico.
Harold Bornstein, médico del millonario neoyorquino por más de tres décadas y media, informó en diciembre anterior que la salud de su cliente «era asombrosamente excelente» y tenía «extraordinaria fuerza física».
Sin embargo, a fines de agosto, reconoció que su informe lo redactó en cinco minutos, y las cuatro o cinco líneas respectivas, por las prisas, no salieron como deseaba.
Ahora la atención giró hacia Clinton, que la víspera sufrió un «golpe de calor» en la ceremonia de recuerdo de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y luego se informó que desde el pasado viernes sufre de neumonía.
El primer cuestionado ha sido el equipo de campaña de la candidata demócrata, primero por no haber informado de ese padecimiento, y luego por demorar 90 minutos en hacer público el desvanecimiento de Clinton.
Reporteros del New York Times y CNN fueron citados por el sitio especializado Político quejándose en sus cuentas de redes sociales de la falta de oportuna información.
Pero la asesora demócrata Hilary Rosen dijo que en los medios había «histeria» sobre la salud de Clinton.
El punto, lo mismo con Hilary que con Trump, es que su estado de salud real no ha sido revelado con transparencia, por lo que ante una crisis notoria como la de la víspera, surge preocupación.
David Scheiner, exmédico de Obama por 22 años, escribió que ninguno de los dos candidatos ha dado suficiente información sobre su salud considerando sus edades.
Llevo 50 años atendiendo a pacientes geriátricos principalmente, y siendo ahora yo mismo septuagenario, puedo afirmar que la ciudadanía estadunidense necesita mucha más información médica sobre esos candidatos, citó Político.
Los reportes médicos por parte de los doctores de Clinton y Trump no son suficientes, agregó.
Y buena parte de los medios estadunidenses subrayan que ninguno de los dos candidatos ha aceptado un equipo de prensa que dé seguimiento a sus actividades en todas partes todo el tiempo.
Por lo pronto, fuentes de la campaña de Trump aseguraron al sitio especializado Bloomberg que se mantendrán en calma en relación al incidente de la víspera de su contrincante demócrata.
El plan es resistirse a comentar el hecho, los videos que muestran a una Clinton trastabillante, pues si adopta una estrategia activa, podrían convertir en víctima a Clinton lo que no beneficiaria a Trump.