Sebastián Ávila con su proyecto RAZQH nos comparte ideas y creación respecto a esta cultura urbana.
Por Alexandro Guerrero
RegeneraciónMx, 14 de agosto de 2024.- El pasado fin de semana se celebró el día mundial del Hip Hop y Sebastián Ávila con su proyecto RAZQH nos comparte ideas y creación respecto a esta cultura urbana.
Me acerqué a la cultura hip-hop y a la música rap por unos hermanos de vida. Como primeras bandas seguí y fueron influencia para mí: Control Machete y Cártel de Santa principalmente, aunque más que la letra me gustaba el ritmo, las sensaciones que me provocaban batería y bajo.
Sebastián Ávila @el_razqh, acerca de su proyecto de rap y hip hop desde sus orígenes
Cuando entré a la Prepa, viví una transición de vida importante entre Juchitán Oaxaca y la Ciudad de México, es ahí cuando comencé a escuchar más hip hop y me involucré con todo eso que involucra esta cultura: Los cuatro elementos (grafitti, break dance, el dj y desde luego el rap.)
-La diferencias para mí se volvieron importantes, la música rap que no es hip-hop y la música rap que sí es hip-hop, todas las variantes dentro del género. Fue en esa época de la preparatoria cuando nace RAZQH, yo traía rastas en el pelo, porque coincidía con algunas ideas del movimiento rastafari, era muy vago y pandroso, entonces el juego de palabras entre rastafari y rascuache me dieron la idea y el concepto.
Me gusta desarrollar la idea de la contradicción, lo rascuache como proyecto musical tendría que estar lo mejor hecho posible.
Las letras y los temas
Lo que pienso, lo que siento y vivo es lo que rapeo. Personalmente es el reflejo de inquietudes, preocupaciones, referencias, aspiraciones, cosas que me gustan: ¿Quién soy yo? Y desde luego además de lo que soy o la respuesta, me gustaría abarcar un poco más: ¿Cómo vivo el hip-hop? Abordando también temáticas sociales.
En cuanto a mi contexto en lo más cercano, lo que me toca aquí en Ciudad de México, el tema de la escasez del agua es preocupante. Juchitán ya tiene problemas, no sólo las ciudades grandes, ya en muchos municipios, es un tema importante y es grave.
La apatía social está en el lado contrario de la utopía con la que se avanza de alguna manera. El pensar “yo en mi mundo, yo con mis cosas” y ver también así al cuate, al vecino que también puede estar pasando por situaciones o preocupaciones similares a las que uno vive es un aislamiento que desune. Pienso que hay que hacer comunidad, se pierde mucho estando en una ciudad grande.
Chingorolo
Chingorolo es una bebida tradicional de mi pueblo, a partir de ahí estoy trabajando un E.P. Estará listo para el próximo mes de septiembre quizá octubre y es básicamente eso: RAZQH. ¿Quién soy? ¿Qué pienso? Ser una persona de pueblo y luego estar en una ciudad tan grande. He estado trabajando con un productor: Amnis, la sinergia es buena y estoy en la búsqueda de exposición de profesionalizarlo y hacerlo sustentable como hip-hop. Cada vez mejores letras e instrumentales, mejores shows.
Sebastián Ávila encuentra en expresiones en la actualidad como el stand up, vínculos con el bufón de la edad media.
Hacer burla, crítica, observación es una herramienta poderosa. Demandar las cosas y exigir, mostrar inconformidad desde la risa es importante y si se puede aprovechar para incomodar a quien lo amerite, mejor, nos comenta.
RAZQH finaliza este intercambio señalando:
El teatro comunitario también me gusta mucho, ese que con pocos elementos logra generar ejercicios cercanos a la gente: Estar y hacer sin necesidad de grandes respaldos. Este tipo de propuestas se refuerzan justo por esa naturaleza, es su poder.