“Recostarse en el piso bocabajo, lejos de puertas y ventanas, permanecer en silencio y apagar el celular», son parte de las recomendaciones a los alumnos.
Regeneración, 4 de enero de 2018.- Este año, la Secretaría de Educación Pública (SEP) distribuirá en las escuelas un manual con protocolos de actuación en caso de que se suscite una balacera o una irrupción de un comando armando en algún plantel educativo.
“Recostarse en el piso bocabajo, lejos de puertas y ventanas, así como permanecer en silencio y apagar el celular. Evitar actos como correr o asomarse por las ventanas, entrar en contacto con los agresores, tomar fotografías o videos del suceso. Informar a la o el docente si él mismo o un compañero ha resultado herido”, son algunas de las recomendaciones de la SEP en el documento que se repartirá entre alumnos y maestros.
En México, dice el periódico español El País, la violencia “del crimen organizado no respeta tampoco ni horarios, ni niños, ni escuelas”. Aunque desde 2010 la SEP había dado instrucciones para actuar en situaciones de violencia, esta será la primera vez que incluya también a los planteles de bachillerato.
En el manual se pide a alumnos que mantengan la calma y avisen a personal docente en caso de ver a militares o soldados cerca de la escuela. Además, en el caso de las peleas con armas de fuego o en el despliegue de un operativo militar o policial en las inmediaciones, recomienda resguardarse en aulas, talleres, bibliotecas o laboratorios.
“Estos protocolos resultan sumamente necesarios y útiles para poder gestionar las situaciones de riesgo para la seguridad que pueden surgir como parte de la cotidianidad de un plantel, considerando las necesidades de los distintos subsistemas que integran el tipo medio superior”, dice el manual.
Entre otras cosas, el documento incluye indicaciones sobre cómo actuar en caso de que haya una persona armada al interior del plantel. A los docentes, por ejemplo, se les recomienda permanecer dentro de las aulas y pedir a los alumnos que se recuesten boca abajo en el suelo, que apaguen las luces del salón y permitan con precaución la entrada de los alumnos que estaban afuera cuando comenzó la contingencia.
“Cerrar la puerta con llave o atrancarla con el escritorio o sillas. Hacer un pase de lista de las y los alumnos que se encuentren en el salón. Procurar mantener calmados a los estudiantes, especialmente a los que tengan crisis nerviosas. Informar al director —vía celular u otro medio electrónico— si una o un estudiante ha sido herido, ha fallecido o necesita apoyo médico”, recomienda el manual.
Además del texto de la SEP, en varios estados del país también se realizan simulacros con policías reales equipados con armas sin balas para enseñar a los estudiantes como actuar.
El 13% de los estudiantes no se siente seguro en sus escuelas, de acuerdo con datos oficiales del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Con información de El País