Si vas al Centro Histórico, ya puedes pasar por el Cruce Latino CDMX

El Abierto Mexicano de Diseño dejó en el Centro Histórico de la CDMX una muestra de lo que es posible resolver con imaginación e interés por nuestra ciudad. Ven a conocer el Cruce Latino

Regeneración, 14 de octubre de 2018.- El diseño no solamente puede convertirse en una propuesta estética, también es posible que contribuya con la solución a problemas que viven las sociedades actuales. Una de ellas se materializó este fin de semana en el cruce de avenida Madero y Eje Central de la Ciudad de México. Se trata del Cruce Latino, una propuesta surgida de la más reciente edición del Abierto Mexicano de Diseño.

El Cruce Latino busca mejorar las condiciones peatonales del cruce más transitado de América Latina, con lo cual será posible atravesar con mayor seguridad esta importante vía.

Como puede apreciarse en la imagen, el Cruce Latino fue diseñado para conseguir un cruce en diagonal que coincida con el semáforo exclusivo para peatones:

“Esta trama sobre la carpeta asfáltica funciona a manera de señalamiento horizontal, guiando y abriendo la posibilidad de trasladarse en de uno de los cruces de más alta actividad peatonal a nivel mundial, permitiendo la abierta distribución y posibilitando las diversas líneas de deseo existente», señaló Alejandro Martínez, arquitecto de la organización Espacio Vital MX, en entrevista para El Universal

El Abierto Mexicano de Diseño (AMD) es un festival cuyo objetivo es mostrar cómo el diseño puede convertirse en una herramienta que responda a las problemáticas culturales, sociales, ambientales, económicas y políticas que nos conciernen a todos. Su más reciente edición tuvo lugar del 10 al 14 de octubre en diversos espacios de la Ciudad de México.

El Cruce Latino está influido por una corriente de la arquitectura que se llama Urbanismo Táctico. De acuerdo con personas expertas, «tiene incidencia en la forma en la que las ciudades crecen, interviniendo espacios existentes subutilizados, asignándoles un uso que no es necesariamente de ocupación arquitectónica o permanente, abriendo las posibilidades para que estos espacios sean utilizados por las personas y con esto rescatar la forma de sentir y valorizar la ciudad.»