Ubicar debilidades de gobiernos de izquierda para frenar a la derecha: García Linera

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Para enfrentar la restauración de la derecha en América Latina, hay que reconocer las debilidades de los gobiernos de izquierda, señala Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia. Ubicas esas debilidades: contradicciones económicas internas; medidas económicas que afectaron a la base social del bloque gobernante; redistribución de la riqueza sin politización social; la corrupción; precaria integración regional.

Regeneración, 28 de mayo de 2016. El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, afirmó que es necesario que los gobiernos progresistas de América Latina identifiquen sus debilidades para frenar a la derecha, durante el foro “Restauración conservadora y nuevas resistencias en Latinoamérica”, organizado por la Fundación Germán Abdala, en Buenos Aires, Argentina.

“Es importante que evaluemos bien dónde hemos tenido tropiezos que están permitiendo que la derecha retome la iniciativa; si nos damos cuenta dónde está nuestra debilidad, podemos superarla e impedir su regreso o retomar la iniciativa para sustituir a la derecha mediante la movilización democrática del pueblo”, aseveró García Linera.

“Los revolucionarios nos alimentamos de los tiempos difíciles, venimos desde abajo, y si ahora, temporalmente, tenemos que replegarnos, bienvenido, para eso somos revolucionarios”, aseveró la autoridad boliviana.

El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, señaló este sábado que la manera de frenar los planes de desestabilización de la derecha en la región es necesario que los gobiernos progresistas de América Latina identifiquen sus debilidades.

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Cinco debilidades de los gobiernos de izquierda en América Latina

Para García Linera, hay cinco debilidades que afloraron en la “década virtuosa continental” en la que se dieron avances políticos, sociales y económicos importantes, pero que en la actualidad se encuentran en peligro de retroceso.

1.- Las contradicciones al interior de la economía, «es como si le hubiéramos dado poca importancia al tema económico al interior de los procesos revolucionarios y ese es un peligro”, explicó.

En este sentido destacó la importancia de contar con una base económica cuando el proceso revolucionario se convierte en Estado con la ampliación de los procesos de redistribución y del crecimiento, “pero manteniendo siempre el poder político en manos de los trabajadores”.

2.- Algunos gobiernos revolucionarios aplicaron medidas económicas que afectaron al bloque social revolucionario, “Gobernar para todos no significa tomar decisiones que, por satisfacer a todos, delimiten la base social que dio vida (al gobierno revolucionario) y que serán los únicos que saldrán a las calles cuando las cosas se pongan difíciles”.

“La creación de capacidad económica, asociativa y productiva de los sectores subalternos es la clave que va a definir, hacia futuro, la posibilidad de pasar de un posneoliberalismo a un poscapitalismo”, añadió.

3.- Redistribución de la riqueza sin la politización social, es decir, que gran parte de las medidas ha favorecido a los subalternos, pero si estas no se acompañan con la politización social, “no estamos ganando el sentido común”, acotó.

4.- Una débil reforma moral. «La corrupción es un cáncer que corroe a la sociedad desde siempre, es importante que en lo personal, cada autoridad, en nuestro comportamiento diario no abandonemos la humildad, la sencillez, la austeridad y la transparencia frente a todos”, señaló.

5.- Débil integración económica continental, se ha avanzado en la integración política, “pero la integración económica es más difícil”, porque cada país cuida sus intereses, agregó.

“Estoy convencido de que América Latina solo va a poder convertirse en dueña de su destino en el siglo XXI si logra constituirse en Estado continental plurinacional que respete las estructuras nacionales de cada país, pero que, a la vez, se tenga un segundo piso de instituciones continentales en lo financiero, legal, cultural, político y comercial”, complementó.

García Linera recomendó no tener miedo al momento actual que viven los gobiernos revolucionarios en el continente, sino exhortó a prepararse mediante el debate y el análisis para la segunda oleada de conquista revolucionaria.

En esta ocasión, García Linera recibió el diploma “Líderes de la Patria Grande”, de la Universidad Nacional de Buenos Aires, es la segunda persona a la que la casa de estudios superiores distingue, la primera fue a Rafael Correa, presidente de Ecuador.