“La transexualidad no es una elección. Si fuese una elección, ¿por qué una persona en su sano juicio escogería una forma de vida que implica tantas dificultades, prejuicios y discriminaciones?. No somos tan libres como parece. No hemos elegido ser transexuales. Para mi, lo que nos define no son nuestras aptitudes, son nuestras elecciones. Por eso es tan importante saber distinguir qué es lo que elegimos y qué es lo que nos viene dado. Igual que no he escogido ser moreno, no he escogido ser transexual. Hasta que no se entiende esto, no se puede razonar con nosotros.”
– Autor desconocido.
Por: María Santos @marifersv94
Regeneración, 10 de noviembre de 2014.-Este viernes 7 de noviembre se aprobó en la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables una iniciativa que facilita el cambio de nombre en las actas de nacimiento de las personas transexuales; sin importar que hayan tenido o no intervenciones quirúrgicas ni su apariencia física. Esta reforma consistió en modificar el Código Civil y el Código de Procedimientos Civiles para que los mayores de 18 años tengan pleno derecho de modificar su nombre; además, con la facilidad de que costará lo mismo que lo que cuesta expedir un acta de nacimiento.
- ÁMBITO MORAL.-
Hay que saber felicitar al gobierno cuando hace algo bien. Y creo que esta reforma es un gran avance en materia de derechos humanos de las personas transexuales, que son de las más discriminadas, incluso más que los homosexuales y las lesbianas. De hecho, me ha tocado escuchar gays y lesbianas discriminar y ofender a los transexuales. Deplorable. La Asamblea Legislativa del D.F. sigue siendo pionera en el país en tolerancia, respeto y legislación sobre derechos humanos. Por fin estas personas podrán dejar de esconderse y sentirse atrapadas en un cuerpo y etiqueta con los que no se identifican. De este modo, no sufrirán discriminación en el trabajo, en la escuela, en la iglesia, etcétera.
Celebro este humanismo de quienes promovieron la reforma para con el prójimo. Y a quienes critican, discriminan o juzgan a los transexuales, sólo quiero hacerles una pregunta: ¿y si fuera tu hijo, lo despreciarías de igual modo? No pretendo convencer a los que opinan que la transexualidad y la homosexualidad no son naturales de que lo son, no es importante. Creo firmemente que no debe de importar si una persona en el fondo cree que es una enfermedad o un desorden, mientras no lo externe siendo ofensivo y mientras no discrimine a estas personas basadas en esa creencia infundada. Lo que quiero decir, es que la tolerancia es tanto para unos como para otros. Si hay personas que no creen que los transexuales merecen los mismos derechos humanos, qué triste. Pero no es justo que ahora los discriminemos a ellos y los ataquemos de forma muy agresiva, como me ha tocado observar en redes sociales, por no tener un pensamiento liberal. Aunque no deja de ser triste que las personas sigan teniendo un pensamiento tan retrógrada e inhumano. Como dijo el Papa Francisco: “¿Quién soy yo para juzgar?”
Pienso que mientras no se ofenda ni se discrimine a las personas transexuales, que haya quienes piensen por dentro que es un desorden, es irrelevante. Respeta, para que te respeten. Por más que pienses que sus ideales son “fundamentalistas”, “dogmáticos” o “ignorantes”. Si alguien no te está atacando, no lo debes de atacar simplemente por sus creencias internas. Sólo me queda decir que estas personas que no apoyan a los transexuales sólo porque los creen diferentes deben de considerar que el 31% de ellos se suicidan. Y el 50% de estos, lo hacen antes o durante sus veintes. No hay que ser responsables de construir una sociedad que fomenta el desprecio y el odio.
Dicho esto, quiero establecer que mi postura es sin duda de alegría de que los transexuales ya tengan un ámbito menos del cual preocuparse, que tengan ya menos trabas para ser felices y puedan vivir plenamente con un nombre legal con el que se sientan identificados y no con uno con el que se sientan aprisionados. Aplaudo esta reforma.
- ÁMBITO LEGAL.-
- POSITIVO
Esta reforma va de acuerdo con los derechos humanos consagrados en el artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los artículos 1, 5, 11, 18 y 24 de la Convención Americana de Derechos Humanos y en todos los demás tratados internacionales de los que México forma parte en esta materia.
Ahora, se permite realizar un acto administrativo, como lo es el cambio de nombre de personas transexuales, que siempre debió de ser permitido, pero no lo era. Por fin, acaban las violaciones de derechos humanos contra este grupo vulnerable; al menos en el aspecto del nombre. Aunque sea sólo en aspecto de nombre este avance, creo que es muy importante, dado que el nombre va estrecha e innegablemente ligado a la identidad, que es el fondo de todo este asunto.
Felicito al gobierno del D.F. por atenerse a respetar los derechos humanos y emitir una reforma necesaria para que estos puedan ser respetados por todas las autoridades administrativas. No toda ley es perfecta, pero es un buen avance en materia de derechos humanos.
Como dije, es un gran avance en materia de derechos humanos. No obstante, la ley no es perfecta. Hay ciertos aspectos preocupantes, los cuales no tienen que ver con los derechos humanos. El hecho de que sea tan fácil el cambio de nombre y que no haya necesidad de comprobar ni el cambio de sexo y ni siquiera que en apariencia coincida con el género (masculino o femenino) del nombre, ¿no se presta a que personas del crimen organizado o simplemente delincuentes se aprovechen de esto para cambiar de identidad? ¿No facilita esta ley a los prófugos de la justicia y criminales a huir del peso de la ley? Tal vez me estoy yendo al extremo y considerando un supuesto muy exagerado. Tal vez. Pero eso no quita que sea posible y es algo que como sociedad nos debe de preocupar y debemos observar que estos casos no se den por ningún motivo.
Muchas veces, si no es que la mayoría, las leyes son utilizadas para fines negativos para los cuales no fueron creadas. Espero este no sea el caso. Empero, repito, creo que no deja de ser un punto importante a considerar. Aunque no es el objeto principal de este artículo, sino un simple “efecto colateral” del mismo, lo llamaría yo.
En fin, espero que esta iniciativa incluyente de la A.L.D.F. sirva de ejemplo para las legislaturas de todas las entidades federativas. En un mundo como en el que vivimos, donde hay guerras, muertes, corrupción, impunidad, violencia y tanto odio, es fundamental empezar a cambiar primero individualmente nuestro chip de desprecio y discriminación, para poder luego exigirle a las autoridades legislativas que hagan esta reforma del D.F. una realidad en todo el país.
Como dice la actriz transexual, primera en ganar un Emmy, Laverne Cox: “A ver, ¿cómo es que piensas que Dios juzgará a otros debido a quién aman, pero no te juzgará a ti por odiar a alguien que, además, nunca has conocido? No somos lo que los demás dicen que somos. Somos quienes nosotros sabemos que somos.”
Da gracias a Dios (si eres creyente) o a la naturaleza (si no lo eres) o a quien quieras, por no haber tenido que pasar por todo el dolor y violencia que sufren estas personas transexuales. Da gracias, en lugar de discriminarlos a ellos, que no han hecho nada malo. Ser heterosexual no te hace mejor que los demás. ¿Quién te dijo que mereces más derechos humanos que los LGBTI? ¿Quién eres tú para juzgar?