Por Sergio O. Saldaña Zorrilla*
La red del metro de la Ciudad de México necesita al menos duplicarse para reducir la actual presión por transporte, así como al menos triplicarse para absorber el crecimiento poblacional de los próximos 15 años. Similar a como esta ciudad implementó el transporte subterráneo un siglo después de Londres y con un rezago de más de medio siglo respecto de otras ciudades con grados de desarrollo económico comparables a la nuestra, como Buenos Aires y Madrid, así ahora se ha estancado en la expansión de su red. Contrario a la creencia popular de que la ciudad de México posee una enorme red del metro, esta red es muy pequeña si se le compara con las necesidades de trasporte de su población.
NUMERALIA: Comparativo internacional de la cobertura del metro de la Ciudad de México[1]
No. de habitantes por estación de metro |
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París 26 mil |
México 117 mil |
No. de habitantes por km. de vías de metro |
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Madrid 18 mil |
México 100 mil |
No. de estaciones de metro promedio por línea |
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Londres 23 |
México 16 |
Usuarios como % de la población de la ciudad |
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Moscú 30% |
México 10% |
A diferencia de las ciudades mencionadas en el recuadro, esta ciudad carece de una red de sistemas de trenes suburbanos como extensión de la red del metro que interconecte todo el sistema de transporte colectivo. Aunque insuficientes, han sido un gran acierto del anterior gobierno de la Ciudad de México la reciente construcción de la línea del tren suburbano Buenavista-Lechería, así como -con todo y sus escándalos- la línea 12 del metro; sin embargo esas acciones son todavía insuficientes dadas las necesidades reales de transporte de esta ciudad.
A diferencia de automotores a diesel y gasolina, la operación del metro por medio de energía eléctrica también produce muy pocas emisiones contaminantes dentro de la ciudad. Por su parte, en vista del inminente agotamiento de las reservas petroleras del país de la próxima década –agotamiento incluso más acelerado con la reciente reforma energética-, el metro presenta la mejor alternativa en términos de disponibilidad energética de mediano y largo plazo.
Otra de las virtudes del metro es que, a diferencia de microbuses y gran parte de los autobuses, su propiedad y operación es de carácter público. Mientras las grandes ciudades del mundo han articulado una red única, gubernamental y centralizada de transporte público con el fin de regular óptimamente su operación, en las ciudades mexicanas gran parte del servicio –otrora también centralizado en el DF- se ha concesionado a particulares, lo cual no cesa de dificultar a la autoridad el resolver casi cualquier ineficiencia del transporte público; no así el metro.
En vista del actual hacinamiento urbano de la Ciudad de México, el subsuelo debe aprovecharse como vía de comunicación. Ya entiendan por favor que ya no hay espacio superficial para construir más líneas de metrobús. Al quitar carriles a las avenidas para hecer carriles exclusivos de metrobús están estrangulando más el de por sí denso tránsito vehicular -talvez el Sr. Mancera ya no note esto porque para él cierran las vialidades a su paso.
Gran parte de la conflictiva cotidiana de esta ciudad se debe a la tensión de conducir un vehículo, misma que representa no sólo un desperdicio enorme de energía humana y fósil, sino que es también fuente de una serie de padecimientos neurológicos y de bajo rendimiento laboral. Todo esto en conjunto, lamentablemente, conduce a la actual baja calidad de vida y estancada productividad económica en que se encuentra la ciudad.
Acá habría que preguntarle al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México si quiere pasar a la historia del Distrito Federal no sólo como el jefe de gobierno que no construyó una sola megaobra, sino además como el que se limitó a boicotear la línea 12 del metro con tal de deshacerse de su rival Marcelo aunque la ciudadanía tenga que pagar por ello.
México, Regeneración; 17 de julio del 2015.
Notas [1] Estimaciones propias con base en el comparativo mundial de redes de metro del World Metro List (2008) y de datos poblacionales de las principales zonas metropolitanas del mundo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), World Urbanization Prospects (2004).
Fuente: REFUNDACIÓN DEL ESTADO MEXICANO