Visita de Trump “fue una intervención que sirvió al país”, afirma José Antonio Meade

No ve un error en haberlo traído, si se hace una evaluación punto por punto del “mapa de riesgos” y considera que cada rubro mejoró para México.

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Regeneración, 7 septiembre 2016.- El ex canciller José Antonio Meade, y actual secretario de Desarrollo Social, considera positivo que el presidente Enrique Peña Nieto haya invitado a México al candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.

En una entrevista con el diario El Universal opina que derivado del encuentro hay un cambio en el discurso de Trump, en temas como la deportación de migrantes, el tráfico de armas y de drogas, el cobro de impuestos a inversionistas, y el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).

No ve un error en haberlo traído, si se hace una evaluación punto por punto del “mapa de riesgos” y considera que cada rubro mejoró para México.

“Fue una intervención que sirvió al país, y a los mexicanos”, afirma.

Interrogado sobre la percepción de que la visita dejó más saldos negativos, reconoce que un Presidente de la República nunca tiene decisiones fáciles, sino “entre matices de gris, y en ocasiones entre matices de negro”, y a veces no se escoge entre el bien y mal, sino entre distintos tipos de males. Pero lo importante, afirma, es que hoy México enfrenta menos riesgos que hace una semana.

Sobre la candidata demócrata Hillary Clinton, quien anunció que no viene a México antes de las elecciones, rechaza que su decisión sea negativa, pues ella siempre ha reconocido en México a un aliado relevante para la región, y ha tenido comunicación con el país.

Usted fue secretario de Relaciones Exteriores, le preguntaron, ¿qué lectura hace de la visita de Trump a México? ¿Fue un error político del presidente Enrique Peña Nieto?

—A la Secretaría de Relaciones Exteriores le toca cuidar, primero, el buen nombre del país afuera y, segundo, proteger sus intereses. Cuidar y proteger los riesgos que el país está enfrentando. Desde esa perspectiva la Secretaría de Relaciones Exteriores puede a veces ser vista como la instancia de protección civil.

Tiene un mapa de riesgos y su gestión le permite ir administrando esos peligros. Y los intereses de México en el mundo son muchos. Eso permite que cualquier medida de política exterior que tome el Presidente se pueda evaluar al amparo del impacto que tenga en estas variables.

Le repiten, ¿lo ve como un error?

—No, a mí me parece por eso que evaluado por sus resultados, y en la convicción al tiempo de revisar cada uno de estos intereses de México, y toda vez que este perfil de riesgos mejoró, me parece que la intervención fue una intervención que sirvió al país, y que sirvió a los mexicanos.

¿México sirvió para que Trump se meta a la agenda migrante y ganar voto latino?

— No. México y su intervención sirvió para que se valorara el voto migrante, la importancia del país dentro del hemisferio. Eso es lo que nos toca a nosotros, no nos toca hacer valoración electoral, ni la influimos, nos toca siempre que el diálogo esté presente.

¿No hubiera sido un acierto del presidente Peña decirle a Trump frente a medios, no al muro y que no iba a pagar México? Porque luego todo se dio en las redes sociales, parece que se salió un poquito de control… ¿Fue un error de Peña Nieto?

Insisto, ya no en boca nuestra, sino en boca comentarios de uno y otro signo electoral. Hoy ya el debate respecto a la migración gira en torno al reconocimiento que hacen de mexicanos en su comunidad, aquí y allá, y ese es un resultado que sin duda es positivo para México.

Usted fue canciller no hubiera sido bueno que la canciller actual Claudia Ruiz Massieu haya sabido al 100% de la visita, y la viera ella?

— De nuevo, ahí en el tema de los diálogos, y de cómo se conducen, lo que podemos evaluar es si nuestro perfil mejoró, si nuestros riesgos se administraron de mejor forma. Y si hoy nuestros intereses están mejor salvaguardados. Y yo creo que ese es un poco sobre lo que hoy debía de versar, la diplomacia pues es de largo plazo.

Es diplomacia de largo alcance, que encuentra casi a veces orígenes hasta bíblicos. En la lectura del domingo se hablaba de dos reyes que tenían ejércitos desiguales y la conveniencia de que uno enviara a otro: diplomacia para dialogar.

Es decir lo que se está haciendo ahorita no es algo que se aconseja en la coyuntura, es algo que está profundamente diluido en nuestra propia tradición diplomática, y es algo que está ampliamente recomendado en la diplomacia del mundo que es el vincularse por la vía del diálogo, y el impacto que no tiene que hacerse en el ciclo mediático del día, sino en el largo plazo en términos de cómo se va madurando y gestionando una relación y ponderando su importancia en términos de cada uno de los intereses que está en juego para efectos del país. Ese es el largo plazo, yo creo el que debía de motivar la mayor parte de la reὀexión y análisis, y no la especíṰca coyuntura del ciclo mediático puntual. Y por eso me parece interesante que evalúemos ya lo que sucedió, pues con algunos días de por medio, con algo de distancia de por medio, y viendo cuál fue el impacto en términos de la trayectoria y del posicionamiento alrededor de temas que para México son innegables, y ese posicionamiento en cada uno de estos temas, se movieron en todo el espectro político de quién para nosotros es una relación fundamental, la relación con Estados Unidos.

¿Entonces la reunión fue positiva? Finalizan con esa pregunta.

— Si hoy hacemos esa evaluación, si hoy medimos cómo se movió el debate, el debate se movió más cerca de los intereses de México en los que estaban antes.

 

Con información de El Universal