La asignación de dos bloques petroleros de la Ronda Uno está bajo sospecha de corrupción. El caso parece una ventajosa alianza entre el grupo de Peña Nieto y Carlos Salinas con capitales extranjeros para beneficiarse de la privatización del petróleo. Sierra Oil & Gas, el único consorcio ganador de la subasta, está integrado por capitales nacionales y extranjeros, entre ellos Infraestructura Institucional, del Grupo Higa, fue comprada por Black Rock, el mayor fondo de inversiones del mundo. Infraestructura, construyó el Hospital de Zumpango, construye autopistas en Chiapas, Michoacán y Estado de México y ha recaudado más de mil millones de dólares con los fondos de pensiones (Afores). Si la empresa tiene socios en el poder, ¿podría haber recibido información privilegiada para ganar la licitación?
Regeneración, 16 de julio de 2015. Sierra Oil and Gas México, el consorcio ganador de los únicos dos bloques (de 14) a licitación en la Ronda Uno, se promociona como la primera empresa mexicana independiente de petróleo y gas, y presume tener un equipo con más de 400 años de experiencia acumulada en el sector energético, incluyendo exploración, desarrollo de campo, pozos inteligentes y campos maduros de petróleo y gas. Hay personajes vicnulados al poder que están que pudieron favorecer el resultado de las licitaciones aprobadas por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), como Carlos Salinas y Armando Hinojosa Cantú (Grupo Higa), la empresa que construyó la Casa Blanca de Peña Nieto o la residencia de Luis Videgaray en Malinalco.
El nuevo gran consorcio, triunfador de la “aparentemente” fracasada Ronda Uno, está encabezado por Sierra Oil and Gas, una empresa establecida en México, apenas en 2014, inmediatamente después de la promulgación de la reforma constitucional en materia energética, de 20 de diciembre de 2013. Y que, aunque no tiene la mínima experiencia en materia de exploración y extracción de hidrocarburos. Ni en materia energética en general. Sí cuenta con el respaldo político y financiero de la estructura priísta salinista a la que pertenece Enrique Peña Nieto.
Para compensar su inexperiencia operativa y capitalización de dudosa procedencia, “Sierra” estableció una asociación con la estadunidense Talos Energy, que ya tiene operaciones en el Golfo de México, y con la inglesa Premier Oil, que hace trabajos de exploración y extracción en los cinco continentes. El director del proyecto es un venezolano ex directivo de la trasnacional Statoil.
¿Quiénes son los inversionistas fachada de Sierra Oil & Gas?
Entre sus socios capitalistas, se encuentran familiares y amigos del expresidente Carlos Salinas de Gortari, como es el caso de su cuñado Hipólito Gerard Rivero.
Gerard Rivero participó en la fallida licitación del tren rápido a Querétaro, en asociación con Armando Hinojosa Cantú, el contratista favorito de Enrique Peña Nieto, lo mismo en el gobierno del Estado de México como en la Presidencia de la República. Razón por la cual habrían recibido como premio de consolación, la exclusiva de la Ronda Uno, encubiertos en el consorcio fachada.
Sierra Oil buscará legitimar y capitalizar su operación en tres fondos de capital privado y extranjero y uno mexicano. Los fondos en cuestión son: EnCap Investments, Riverstone Holdings, Riverstone Energy y la mexicana, Infraestructura Institucional o I2, es una empresa de Higa, de Juan Armando Hinojosa, que invierte capital institucional en proyectos de infraestructura en México y ha sido beneficiado por Peña Nieto como gobernador y como presidente de México. Entre sus proyectos financieros está la Autopista Tapachula – Talismán con Ramal a Ciudad Hidalgo, el paquete carretero Michoacán y el Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango. Infraestructura Institucional (I2) es una firma de capital privado mexicano fundada en 2010, que se centró su actividad en proyectos de infraestructura; y ha recaudado más de 1 mil millones de dólares de capital a través de fondos (que son operados en la Bolsa Mexicana de Valores) con una base de inversores compuesta principalmente en México por los fondos de pensiones (Afores) y otros inversionistas institucionales. I2 gestiona actualmente más de 1.7 mil millones de dólares en los sectores de transporte de energía, infraestructura social.
Hace un mes BlackRock, el mayor fondo de inversiones del mundo, firmó un acuerdo para comprar la firma mexicana nfraestructura Institucional, con lo que ampliará sus capacidades y presencia en México.
Blackrock no divulgó ni el monto ni los términos de la adquisición y dijo que espera que la transacción quede completada al cierre del cuarto trimestre.
El pasado 1 de junio, Petróleos Mexicanos (Pemex) y BlackRock firmaron un memorándum de entendimiento con el objetivo de acelerar el desarrollo y el financiamiento de proyectos de infraestructura energética. El director general de BlackRock Latin America and Iberia Armando Senra, consideró que el sector de infraestructura en México presenta una oportunidad de inversión importante.
Desde su creación en 2014 Sierra Oil México, obtuvo como soporte financiero, 525 millones de dólares de inversión para su existencia, por parte de los tres fondos de inversión.
Sierra Oil & Gas (consorcio), único beneficiario de la Ronda Uno, exhibió un capital de 947 millones de dólares para poder participar en los proyectos, que le devengarán una ganancia potencial de 605 millones de barriles, a cambio de una inversión a futuro y en pagos, de alrededor de 2 mil 600 millones de dólares en los próximos cinco años.
En realidad Sierra Oil & Gas, es una transnacional, fundada en el 2000, dirigida por el venezolano Ivan Sandrea, quien ha estado vinculado empresarialmente con gigantes del sector como Statoil, con la Organización de Países exportadores de Petróleo (OPEC), Ernst & Young (E&Y), donde inicio su relación comercial con Pemex, British Petroleum y Energy Intelligence. La firma cuenta en sus filas con ejecutivos como Read Taylor, Rosendo Zambrano, Edgar Jones y Salvador Beltrán del Río.
(Con información de: Grupo Fórmula, El Financiero y Proceso)