Peña Nieto, un desastre para México: The New York Times

• Peña tiene el nivel de aprobación más bajo que el de cualquier otro Presidente mexicano

Promesas incumplidas Foto: Reuters
Promesas incumplidas
Foto: Reuters

Regeneración. Julio 26, 2014.- El diario estadounidense The New York Times (NYT), publicó este pasado miércoles 23 de julio que la administración de Enrique Peña Nieto tiene el nivel de aprobación “más bajo que el de cualquier otro Presidente mexicano en tiempos recientes, principalmente por el número y magnitud de sus reformas estructurales, que, aunque a nivel internacional le han traído un cierto nivel de aprobación, a nivel local han dejado muchas dudas.

En el artículo firmado por Damien Cave y Paulina Villegas, se compara que la aprobación inicial de 54% obtenido por Peña Nieto ha bajado hasta 37 por ciento. “Muchos de sus partidarios originales ahora expresan dudas sobre el Presidente que eligieron”, publica.

“Al principio, parecía que había mucho cambio. ‘Vea nada más estas leyes nuevas’. Pero después a lo que llevó eso nos hizo abrir los ojos. La realidad es que para la clase media y los de abajo, la vida es peor”, dijo al diario estadounidense Martín Moreno, un hombre de 60 años que trabaja en la plaza central de Guadalajara, Jalisco, boleando zapatos.

El diario neoyorkino recuerda que la reforma energética, quizá el proyecto legislativo de más largo alcance de entre todos los propuestos por la actual Administración, no ha sido completada, y a pesar de ser cuestionada por distintos grupos de oposición y de la sociedad civil, mantiene que sus efectos beneficiarán a todo México.

Expertos aseguran que en México ya se pueden observar votantes más exigentes y con destreza. Se trata de mexicanos mucho menos dispuestos a aceptar el lustre de una falsa transparencia, o de confiar en las palabras del Presidente antes de ver resultados reales.

La autora de “Como Agua para Chocolate”, la mexicana Laura Esquivel, dice que “la gente lleva un profundo enojo que no está solamente basado en emociones erráticas. La gente se está lentamente despertando de un cuento de hadas”.

El PRI se enfrentaba al reto de rehacer su imagen a ojos de los mexicanos con el triunfo de Peña Nieto. El diario estadounidense expresa que ese reto ha probado ser más difícil de lo que el partido habría anticipado.

‘ME SIENTO ENGAÑADA’

Ante la continuación de viejos modelos de gobierno que hacen énfasis en el control de la información y ofrecen poca transparencia, son en particular los jóvenes mexicanos los que se dicen desilusionados, agrega el periódico.

Cita el caso de un joven funcionario de 32 años que trabaja para el PRI en Guadalajara, quien dijo que se frustraba a menudo con la gestión del país. Bajo anonimato expresó que el Gobierno federal de Peña Nieto se aferraba a viejos valores del PRI, conduciéndose por nepotismo y haciendo la vista gorda ante la corrupción.

Consideró que el Gobierno federal no tenía ni idea de las expectativas de jóvenes mexicanos: comunicación directa y decisiones tomadas con información, no con tratos hechos a escondidas. Hay consecuencias directas de esa gestión, la economía mexicana se revela decepcionante.

El Gobierno había pronosticado un crecimiento de 3.9% para 2014. En el primer trimestre el crecimiento fue claramente inferior, de 1.1 por ciento.

“Éstos son cambios diseñados para transformar el futuro de México”. El diario estadounidense recuerda las palabras del secretario de Hacienda, quien declaró que entre los próximos dos y cinco años se verían beneficios tangibles de las reformas en la economía mexicana.

En tanto esos beneficios tangibles se manifiestan, la pobreza en México ha crecido, indica el “New York Times”, refiriéndose a un reciente informe del Gobierno mexicano que encontró la nueva pobreza radicaba en grupos incapaces de trabajar en el sector de exportaciones.

Teresa Mosqueda, una mujer de 33, viviendo a las afueras de Guadalajara en un barrio pobre, dijo al periódico neoyorkino que se arrepentía de haber apostado por Peña Nieto como presidente. Describió su situación en el nuevo sexenio como peor, o en el mejor de los casos igual, pero nunca mejor. “Me siento engañada”, dijo.

El diario norteamericano vuelve a referirse a Martin Moreno, el lustrador de zapatos que había entrevistado, quien piensa que las reformas podrían empeorar lo que intentan enmendar: “Alto, bigotudo y un lector diario de cinco periódicos, dijo que le teme a la nueva ley fiscal que buscará gravar impuestos sobre una base más grande porque podría forzarlo a abrir una cuenta de banco para pagar impuestos‚ ‘incluso si no gano nada’”.

No sería ese el caso según opiniones expertas, señala el diario estadounidense. Se pondrían en marcha programas para incentivar el registro formal de los trabajadores en el sistema de cobro de impuestos sin recurrir a imposiciones, ello con la intención de formalizar la economía mexicana.

Existen, por ejemplo, muchas críticas por parte de padres de familia y expertos en educación a la reforma educativa. El periódico de Nueva York llama la atención sobre el hecho de que el Gobierno ha permitido que estados de la República se nieguen a acatarla.

También existen dudas sobre Pemex, que se abrirá a la inversión privada. Salen a relucir recuerdos sobre la privatización de autopistas, que “supuestamente iban a ser accesibles y de calidad mundial pero que, ahora muchos dicen, son caras y a menudo de peor calidad”.

Sobre la reforma de telecomunicaciones la publicación neoyorquina dice que también existen dudas entre conocedores de tecnología en Guadalajara: En lugar de impulsar la competencia y reducir los precios como pretende, la reforma podría degenerar en un instrumento del Gobierno para retirar la privacidad, “permitiendo a los oficiales un mayor poder para monitorear las comunicaciones y clausurar sitios web o limitar el acceso a internet bajo ciertas circunstancias”.

La publicación también evoca las palabras de Miguel Herrera, el técnico de la Selección Nacional de Futbol de México: “Necesitamos aprender a ser más optimistas y exigentes”. Herrera también expresó que el país podría aprender algo de su equipo, que fue más exitoso en el Mundial de lo que pronosticaba el pesimismo mexicano: “Nos dieron por muertos, así que trabajamos duro para convencerlos de lo contrario y para probarles que nos estábamos matando en la

cancha para alcanzar el objetivo y los resultados que todos queríamos. Creo que nosotros los mexicanos deberíamos estar haciendo lo mismo en cada aspecto de nuestra vida diaria”.

Con información de http://www.nytimes.com/2014/07/23/world/americas/promises-of-hope-tarnished-by-lack-of-change.html?_r=4