Por Uziel Pasten/Homozzaping*
Han pasado 6 meses o 182 días o 4369 horas o 262,080 minutos o 15,724,800 segundos, como quieran verlo pero algo queda claro, estos números seguirán aumentando y es lamentable, porque sin duda el secuestro y desaparición 43 estudiantes conmociono no solo a los ciudadanos de México, sino también a parte de la comunidad internacional, pero no fue un secuestro cualquiera, fue un secuestro con la participación de policías, autoridades municipales e inclusive se habla de militares en complicidad con la delincuencia organizada.
Eso fue lo que impacto aún más, porque dejo ver la descomposición política y social que vive nuestro país actualmente, porque a pesar de que hubo y hay desapariciones donde la complicidad del gobierno con la delincuencia es evidente, aquí quedo claro que puede llegar a un nivel que no imaginábamos y que no se había suscitado en años donde sin temerla ni deberla, secuestraron a 43 estudiantes de una escuela normal, en Ayotzinapa.
Ha paso ya medio año, y aunque es evidente que todos ya suponen lo peor, nos seguimos preguntando ¿Seguirán vivos No podemos imaginarnos el dolor que sienten sus familias, ya que la única forma de hacerlo es que nos pasara a nosotros y es algo que no lo deseamos a nadie más.
No podemos ponernos en sus zapatos, porque no queremos vivir algo así, lo que podemos hacer es entender su dolor, sino podemos acompañarlos en ello, dejar que ellos busquen justica, porque muchos no sabríamos que hacer en una situación similar.
Les arrancaron parte de su vida, parte de lo que ellos eran, les arrancaron sonrisas, alegrías, lágrimas, sueños…
Los padres viven pero ya no podrán vivir igual, simplemente les quitaron a sus hijos.
Las autoridades federales siguen sin encontrar a los responsables o a lo mejor ya lo hicieron pero no los han juzgado por ello, ya que hasta el día de hoy, todos los detenidos que se han presentado, han sido juzgados por crímenes como narcotráfico, delincuencia organizada y corrupción, ninguno hasta el día de hoy ha sido juzgado por la desaparición de los 43 estudiantes, las seis personas fallecidas entre ellos el cuerpo de Julio César Mondragón, uno de los normalistas donde su rostro había sido desollado y veintisiete heridos.
Se ha cambiado de procurador, se ha dicho mil cosas entre “ya supérenlo” “ya me cansé”, etc, etc, pero la realidad es que al parecer quien ya se cansó y lo supero fue el mismo gobierno empezando por el presidente al mostrar su incapacidad para resolver este crimen que mucho le dan el calificativo de lesa humanidad.
La CIDH y la misma ONU han hecho énfasis que en México las desapariciones forzadas es algo muy habitual y que se deben de combatir, pero el gobierno mexicano en lugar de optar por nuevas medidas, niega dichas resoluciones y se molesta por las declaraciones de dichas instancias por poner en evidencia la fallas que sufre el gobierno mexicano.
Durante este tiempo, se han buscado a los estudiantes y se han encontrado decenas de fosas clandestinas, pero en ninguna de ellas están los estudiantes, pero ahora todos nos preguntamos de quien son esos cuerpos que se encontraron, cuántas familias más han sufrido el dolor de perder a alguien por causa de la delincuencia y la falta de voluntad política. Nuestro país se ha convertido en una gran fosa común, donde posiblemente encuentres a alguien enterrado a causa de una fallida guerra contra el Narco y la delincuencia organizada.
No podemos olvidar este caso, porque ya nos olvidamos de 100mil muertos y más de 20mil desaparecidos y lo peor es que las cifras aumentan a diario, ya no se pueden ocultar más cadáveres, más dolor, más lágrimas, ya no se puede esconder la realidad de un país que tiene cicatrices profundas y que lleva más de 200 años en construcción.
El caso Ayotzinapa, solo es una pequeña muestra de la realidad de México, ya que muestra la crisis en todos los niveles de gobierno, la falta de voluntad política, la tardía reacción de todo un sistema, y el dolor de miles de personas que han perdido de igual forma o similar a sus seres queridos.
Nadie merece perder a alguien de esa manera, nadie merece el dolor que sus familiares, nadie merece la crisis de estado que sufre este país, nadie merece el gobierno que tenemos, pero sin duda alguna en parte somos responsables por permitir todo lo que nos imponen.
Nunca acabaría de nombrar a todos los muertos y desaparecidos a causa de la violencia y del crimen organizado, pero los hechos del 26 y 27 de septiembre, dejaron una larga lista de personas, muertas, heridas y desaparecidas, no solo fueron 43 en esos días, fueron muchos más y ninguno merece ser olvidado. Por eso aquí los recordamos a todos.
Asesinados.
Cuatro estudiantes normalistas:
Julio César Mondragón Fontes
Daniel Solís Gallardo
Julio César Ramírez Nava
Alexander Mora Venancio (el estaba en el grupo de los 43 desaparecidos)
Un integrante del equipo de fútbol de tercera división Los Avispones:
David Josue García Evangelista
El chofer del autobús que conducía al equipo de fútbol a Chilpancingo
Víctor Manuel Lugo Ortiz
Una pasajera de un taxi que circulaba por el lugar:
Blanca Montiel Sánchez
Heridos.
Enrique Hernández Carranza, chofer de taxi
Norma Angélica Rendón Chávez, periodista
Hermenegildo Morales Cortés, agente del Ministerio Público
Maestros
Fátima Viridiana Bahena Peña
Alfredo Ramírez García
Jugadores del equipo Avispones de Chilpancingo
Luis Ángel Torreblanca
Francisco Xavier Medina Bello
Félix Pérez Pérez
Cuerpo técnico del equipo Avispones de Chilpancingo
Pedro Rentería Lujano
Facundo Serrano Urióstegui
Jorge León Saénz
Carlos Adame Flores
Estudiantes normalistas
Aldo Gutiérrez Solano (de gravedad)
Édgar Andrés Vargas (de gravedad)
Fernando Marín Benítez
Jonathan Maldonado
Daniel Galeana Rentería
Miguel Ángel Espino Honorato
Carlos Gerardo Tinoco
Leonel Fons Noyola
Andrés Daniel Martínez Hernández
Erick Santiago López
Gregorio Jaimes Reyna
Valentín Ponce de León Brito
Estudiantes desaparecidos
Abel García Hernández
Abelardo Vázquez Peniten
Adán Abrajan de la Cruz
Alexander Mora Venancio
Antonio Santana Maestro
Benjamín Ascencio Bautista
Bernardo Flores Alcaraz
Carlos Iván Ramírez Villarreal
Carlos Lorenzo Hernández Muñoz
César Manuel González Hernández
Christian Alfonso Rodríguez Telumbre
Christian Tomas Colón Garnica
Cutberto Ortíz Ramos
Dorian González Parral
Emiliano Alen Gaspar de la Cruz
Everardo Rodríguez Bello
Felipe Arnulfo Rosas
Giovanni Galindes Guerrero
Israel Caballero Sánchez
Israel Jacinto Lugardo
Jesús Jovany Rodríguez Tlatempa
Jonas Trujillo González
Jorge Álvarez Nava
Jorge Aníbal Cruz Mendoza
Jorge Antonio Tizapa Legideño
Jorge Luis González Parral
José Ángel Campos Cantor
José Ángel Navarrete González
José Eduardo Bartolo Tlatempa
José Luís Luna Torres
Joshvani Guerrero de la Cruz
Julio César López Patolzin
Leonel Castro Abarca
Luis Ángel Abarca Carrillo
Luis Ángel Francisco Arzola
Magdaleno Rubén Lauro Villegas
Marcial Pablo Baranda
Marco Antonio Gómez Molina
Martín Getsemany Sánchez García
Mauricio Ortega Valerio
Miguel Ángel Hernández Martínez
Miguel Ángel Mendoza Zacarías
Saúl Bruno García
“No nos dejen solos, vendrán tiempos difíciles” Ese es el clamor de los padres de los 43 normalistas.
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clusive se habla de militares en complicidad con la delincuencia organizada.
Eso fue lo que impacto aún más, porque dejo ver la descomposición política y social que vive nuestro país actualmente, porque a pesar de que hubo y hay desapariciones donde la complicidad del gobierno con la delincuencia es evidente, aquí quedo claro que puede llegar a un nivel que no imaginábamos y que no se había suscitado en años donde sin temerla ni deberla, secuestraron a 43 estudiantes de una escuela normal, en Ayotzinapa.
Ha paso ya medio año, y aunque es evidente que todos ya suponen lo peor, nos seguimos preguntando ¿Seguirán vivos No podemos imaginarnos el dolor que sienten sus familias, ya que la única forma de hacerlo es que nos pasara a nosotros y es algo que no lo deseamos a nadie más.
No podemos ponernos en sus zapatos, porque no queremos vivir algo así, lo que podemos hacer es entender su dolor, sino podemos acompañarlos en ello, dejar que ellos busquen justica, porque muchos no sabríamos que hacer en una situación similar.
Les arrancaron parte de su vida, parte de lo que ellos eran, les arrancaron sonrisas, alegrías, lágrimas, sueños…
Los padres viven pero ya no podrán vivir igual, simplemente les quitaron a sus hijos.
Las autoridades federales siguen sin encontrar a los responsables o a lo mejor ya lo hicieron pero no los han juzgado por ello, ya que hasta el día de hoy, todos los detenidos que se han presentado, han sido juzgados por crímenes como narcotráfico, delincuencia organizada y corrupción, ninguno hasta el día de hoy ha sido juzgado por la desaparición de los 43 estudiantes, las seis personas fallecidas entre ellos el cuerpo de Julio César Mondragón, uno de los normalistas donde su rostro había sido desollado y veintisiete heridos.
Se ha cambiado de procurador, se ha dicho mil cosas entre “ya supérenlo” “ya me cansé”, etc, etc, pero la realidad es que al parecer quien ya se cansó y lo supero fue el mismo gobierno empezando por el presidente al mostrar su incapacidad para resolver este crimen que mucho le dan el calificativo de lesa humanidad.
La CIDH y la misma ONU han hecho énfasis que en México las desapariciones forzadas es algo muy habitual y que se deben de combatir, pero el gobierno mexicano en lugar de optar por nuevas medidas, niega dichas resoluciones y se molesta por las declaraciones de dichas instancias por poner en evidencia la fallas que sufre el gobierno mexicano.
Durante este tiempo, se han buscado a los estudiantes y se han encontrado decenas de fosas clandestinas, pero en ninguna de ellas están los estudiantes, pero ahora todos nos preguntamos de quien son esos cuerpos que se encontraron, cuántas familias más han sufrido el dolor de perder a alguien por causa de la delincuencia y la falta de voluntad política. Nuestro país se ha convertido en una gran fosa común, donde posiblemente encuentres a alguien enterrado a causa de una fallida guerra contra el Narco y la delincuencia organizada.
No podemos olvidar este caso, porque ya nos olvidamos de 100mil muertos y más de 20mil desaparecidos y lo peor es que las cifras aumentan a diario, ya no se pueden ocultar más cadáveres, más dolor, más lágrimas, ya no se puede esconder la realidad de un país que tiene cicatrices profundas y que lleva más de 200 años en construcción.
El caso Ayotzinapa, solo es una pequeña muestra de la realidad de México, ya que muestra la crisis en todos los niveles de gobierno, la falta de voluntad política, la tardía reacción de todo un sistema, y el dolor de miles de personas que han perdido de igual forma o similar a sus seres queridos.
Nadie merece perder a alguien de esa manera, nadie merece el dolor que sus familiares, nadie merece la crisis de estado que sufre este país, nadie merece el gobierno que tenemos, pero sin duda alguna en parte somos responsables por permitir todo lo que nos imponen.
Nunca acabaría de nombrar a todos los muertos y desaparecidos a causa de la violencia y del crimen organizado, pero los hechos del 26 y 27 de septiembre, dejaron una larga lista de personas, muertas, heridas y desaparecidas, no solo fueron 43 en esos días, fueron muchos más y ninguno merece ser olvidado. Por eso aquí los recordamos a todos.
Asesinados.
Cuatro estudiantes normalistas:
Julio César Mondragón Fontes
Daniel Solís Gallardo
Julio César Ramírez Nava
Alexander Mora Venancio (el estaba en el grupo de los 43 desaparecidos)
Un integrante del equipo de fútbol de tercera división Los Avispones:
David Josue García Evangelista
El chofer del autobús que conducía al equipo de fútbol a Chilpancingo
Víctor Manuel Lugo Ortiz
Una pasajera de un taxi que circulaba por el lugar:
Blanca Montiel Sánchez
Heridos.
Enrique Hernández Carranza, chofer de taxi
Norma Angélica Rendón Chávez, periodista
Hermenegildo Morales Cortés, agente del Ministerio Público
Maestros
Fátima Viridiana Bahena Peña
Alfredo Ramírez García
Jugadores del equipo Avispones de Chilpancingo
Luis Ángel Torreblanca
Francisco Xavier Medina Bello
Félix Pérez Pérez
Cuerpo técnico del equipo Avispones de Chilpancingo
Pedro Rentería Lujano
Facundo Serrano Urióstegui
Jorge León Saénz
Carlos Adame Flores
Estudiantes normalistas
Aldo Gutiérrez Solano (de gravedad)
Édgar Andrés Vargas (de gravedad)
Fernando Marín Benítez
Jonathan Maldonado
Daniel Galeana Rentería
Miguel Ángel Espino Honorato
Carlos Gerardo Tinoco
Leonel Fons Noyola
Andrés Daniel Martínez Hernández
Erick Santiago López
Gregorio Jaimes Reyna
Valentín Ponce de León Brito
Estudiantes desaparecidos
Abel García Hernández
Abelardo Vázquez Peniten
Adán Abrajan de la Cruz
Alexander Mora Venancio
Antonio Santana Maestro
Benjamín Ascencio Bautista
Bernardo Flores Alcaraz
Carlos Iván Ramírez Villarreal
Carlos Lorenzo Hernández Muñoz
César Manuel González Hernández
Christian Alfonso Rodríguez Telumbre
Christian Tomas Colón Garnica
Cutberto Ortíz Ramos
Dorian González Parral
Emiliano Alen Gaspar de la Cruz
Everardo Rodríguez Bello
Felipe Arnulfo Rosas
Giovanni Galindes Guerrero
Israel Caballero Sánchez
Israel Jacinto Lugardo
Jesús Jovany Rodríguez Tlatempa
Jonas Trujillo González
Jorge Álvarez Nava
Jorge Aníbal Cruz Mendoza
Jorge Antonio Tizapa Legideño
Jorge Luis González Parral
José Ángel Campos Cantor
José Ángel Navarrete González
José Eduardo Bartolo Tlatempa
José Luís Luna Torres
Joshvani Guerrero de la Cruz
Julio César López Patolzin
Leonel Castro Abarca
Luis Ángel Abarca Carrillo
Luis Ángel Francisco Arzola
Magdaleno Rubén Lauro Villegas
Marcial Pablo Baranda
Marco Antonio Gómez Molina
Martín Getsemany Sánchez García
Mauricio Ortega Valerio
Miguel Ángel Hernández Martínez
Miguel Ángel Mendoza Zacarías
Saúl Bruno García
“No nos dejen solos, vendrán tiempos difíciles” Ese es el clamor de los padres de los 43 normalistas.
Regeneración, 26 de marzo del 2015.