Regeneración. Abril 12, 2014 México, DF.- Los megaproyectos, son obras de enormes dimensiones, sustentadas en las ambiciones de grandes cooporaciones. La realización estos megaproyectos se lleva a cabo con inversiones privadas, sin embargo, hay una aportación importante de recursos públicos; es decir, muchos de estos proyectos se aprovechan de la infraestructura pública para generar multimillonarias ganancias. En contubernio con los gobiernos, las corporaciones presionan a los países, como es el caso de México y la aprobación de las Reformas Energética, Hacendaria y Educativa para que modifiquen las leyes para su beneficio como no pagar impuestos e imponedo sus condiciones, vulnerando el estado de derecho mexicano.
En todo del país hay varios megaproyectos en puerta, sobre todo en los sectores turístico, energético y minero.
Desde hace varios años, el estado de Puebla, los habitantes de la Sierra Norte han sufrido la invasión de tierras para la explotación minera. El gobierno federal y estatal tienen planeados ocho proyectos hidroeléctricos en la región y uno en la Sierra Negra; un gasoducto (Tuxpan-Atotonilco en Hidalgo) y uno más en Tlaxcala-Puebla-Morelos; la explotación de petróleo y gas por medio de fracking en los municipios de la región de Chicontepec; tambien, ya se otorgaron alrededor de 400 concesiones para la exploración minera y petrolera, así como permisos de explotación para las minas a cielo abierto y la obtención de gas de esquisto (gas Shale) por medio del fracking (fractura hidráulica).
Estos megaproyectos tienen altos impactos sociales y ambientales, son muy costosos y afectan las economías locales y regionales, se han convertido en amenazas para las comunidades indígenas, pues expulsan a sus habitantes, acabando con su forma de vida y sus tradiciones.
En la Sierra Norte de Puebla, las comunidades están dando batalla por defender sus territorios, ejemplo de unidad solidaridad y resistencia para proteger y defender su patrimonio, el patrimonio de todos.
La redacción