El edificio que actualmente ocupa la Secretaría de Educación Pública (SEP) en la Ciudad de México se convertirá en el Museo del Muralismo.
Regeneración, 30 de enero de 2020. Museo del Muralismo. El maestro en Sociología Política David Fuente Adrian, experto en muralismo y lucha de clases, considera que con la apertura del museo se abre la oportunidad de hacer algo trascendente.
Un museo para la lucha de clases en el arte
por David Fuente Adrian
El 30 de enero se acaba de anunciar que el conjunto de edificios donde actualmente se encuentra la Secretaría de Educación Pública, y que contiene murales de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y Roberto Montenegro entre otros artistas, va a convertirse en un Museo del Muralismo.
Estupenda noticia. Es necesario. Hay que encontrar un espacio que pueda recoger, en sus dimensiones plásticas, sociales y políticas, esta corriente fundamental del arte mexicano y universal.
Porque si uno va al Museo Nacional de Arte a tratar de encontrar muralismo mexicano, en realidad descubre que las lógicas liberales del museísmo tradicional no son capaces de incluirlo coherentemente en su exposición. Se les queda grande, física y políticamente.
Y qué decir del infame Museo Nacional de la Revolución, cuyo porfirismo parece propagarse desde los cimientos hasta infectar la médula de su criterio expositivo.Frente a ese museo que está organizado para no comprender la Revolución mexicana y para ocultar con estratégicas turístico-comerciales lo que en realidad es dominación ideológica, un Museo del Muralismo tiene mucho que aportar. Muchísimo.
Que el modo de producción capitalista hay que superarlo es un consenso bastante extendido, aunque de momento no hegemónico.
Que el arte no cambia el mundo, sino que el mundo cambia el arte, es una evidencia histórica.
Para los y las artistas que se preocupan por cambiar el mundo no hay más ruta que empezar por leer a Marx y a Lenin, organizarse con la clase trabajadora y, desde aquí, pensar en nuevas prácticas artísticas.
Un museo que reflexione sobre esto en el pasado, que ejerza prácticas presentes y que tenga la vista en el porvenir, es una necesidad histórica.
Aún no sabemos nada sobre cómo se va a concretar este futuro Museo del Muralismo. Lo que sí está claro es que con él se abre la oportunidad de hacer algo trascendente: organizar un espacio donde se evidencie que el arte también tiene que ver con la lucha de clases, nada menos.
David Fuente Adrian
Mtro. en Sociología Política por el Instituto Mora
Autor de La disputa de la ruptura con el muralismo (1950-1970): Luchas de clases en la rearticulación del campo artístico mexicano