Un voluntario sufrió un problema neurológico, posiblemente mielitis transversa, y las pruebas de la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca se detuvieron
Regeneración, 10 de septiembre, 2020. Pascal Soriot, director ejecutivo de la farmacéutica AstraZeneca, anunció que la vacuna contra el covid-19 que está desarrollando estará lista a finales de este 2020 a pesar de la suspensión de pruebas debido a un posible problema neurológico grave en un paciente al que se le suministró el medicamento.
Soriot aseguró esto a los inversores luego de que dejaran de administrar a los pacientes la inyección experimental de la vacuna que la farmacéutica está desarrollando junto con la Universidad de Oxford.
Recientemente, uno de los 30 mil voluntarios que participan en las pruebas de la vacuna enfermó, lo que provocó una revisión de los datos de seguridad.
De acuerdo con el New York Times el paciente sufre de mielitis transversa, una rara enfermedad neuronal que consiste en la inflamación de ambos lados de una sección de la médula espinal, aunque ni Oxford ni AstraZeneca lo han confirmado.
El laboratorio sostuvo en un comunicado que las interrupciones son comunes en los estudios de vacunas, «siempre que haya una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos», por lo que se investiga qué causó exactamente el problema y si podría estar relacionado con la inyección.
«Lo que tenemos aquí es un conjunto especial de circunstancias en las que el mundo entero se involucra en la realización de un ensayo clínico», dijo el director Soriot.
Ahora, la decisión de reanudar el estudio la tomará un grupo de expertos independientes. Soriot pidió: «todos tenemos que ser muy pacientes y ver cómo se desarrolla».
Aunque aseguró que la vacuna de AstraZeneca estará lista este año, Soriot también reconoció que no sabe cuánto va a durar la pausa de las pruebas. Cuando éstas se completen, los médicos compartirán los datos con el comité de seguridad, dijo.
AstraZeneca es una de las varias compañías farmacéuticas que participan en el programa Operation Warp Speed del Gobierno estadounidense para acelerar el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus.