Peña Nieto entrega 25% de las ganancias del petróleo a extranjeros

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El presidente Enrique Peña Nieto subasta la principal riqueza de México al extranjero; entregará 25% de las ganancias del petróleo a empresas extranjeras. Cedió ante sus ambiciones. En la reforma energética se aprobó ceder 15% de las utilidades petroleras; en marzo pasado el gobierno aumentó a 20%; ahora aceptó dar 25% de las ganancias

Regeneración, 3 de junio de 2015. El Gobierno cede a las presiones de las compañías que prevén la exploración y explotación de yacimientos en el Golfo de México, para aumenta el margen de ganancia de las gigantes petroleras y satisfacer interés.

El gobierno encabezado por Enrique Peña modificó esta semana por segunda ocasión los contratos para exploración para empresas extranjeras, flexibilizando los términos fiscales, legales y burocráticos de los acuerdos. Luego que las gigantes petroleras trasnacionales exigieran al gobierno mexicano hacer más atractivos (y lucrativos) los términos contractuales, para con ello decidir la inversión en el país.

Las estimaciones sobre la existencia de yacimientos subsalinos de petróleo y gas en el Golfo de México han cambiado los planes del Gobierno mexicano.

La posibilidad de lograr descubrimientos generosos en el Golfo de México ha extendido, el “mecanismo de ajuste”, una herramienta de rentabilidad antes de impuestos que entra en acción cuando el precio del crudo supera las estimaciones o cuando las firmas hacen un hallazgo significativo de petróleo. “Varias compañías nos han dado a entender que tienen interés en explorar por debajo de los domos salinos en aguas someras del Golfo de México”, declaró Miguel Messmacher, subsecretario de Ingresos.

En el inicio de su oferta, ya en diciembre de 2014, el gobierno mexicano ofreció ganancias de un 15% a las empresas a través de este mecanismo de ajuste. Después con el argumento de analizar el panorama mundial de la caída del precio de barril de crudo, en marzo del presente año, lo extendieron a un 20%. Pero finalmente tras la presión de las compañías y el ofrecimiento para ampliar la exploración la administración Peña Nieto decidió entregar hasta el 25% de las ganancias. Messmacher argumenta la decisión diciendo que: “las compañías están viendo que pueden ser más ambiciosas de lo que nosotros teníamos previsto”.

La entrega se da aun sin que el gobierno mexicano tenga todavía la certeza las dimensiones de los yacimientos subsalinos en el Golfo de México. “Pemex no ha estudiado la sísmica subsalina en esta zona. Es algo que no teníamos previsto en diciembre”: Juan Carlos Zepeda, titular de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). El funcionario estima que este tipo de hallazgos se encuentran tanto en aguas profundas como someras del Golfo de México y ha asegurado que la CNH comenzará a investigar las condiciones geológicas de la región.

La versión final de los primeros contratos estará lista el próximo 9 de junio. En ellos para garantizar el interés y la utilidad a las petroleras extranjeras, el gobierno de Peña Nieto ha añadido un incentivo de “reconocimiento de costos”, que se ha calculado en un 25% de la inversión inicial, para estimular el desembarco de las firmas en México.

Además, la CNH ha minimizado sus restricciones para la creación de consorcios dejando que también participen fondos de inversión en ellos. Como parte del atractivo paquete de compra, el gobierno mexicano permitirá a las empresas conservar la información geológica y sísmica que han adquirido durante el proceso de selección, aunque no se queden con algún proyecto.

El primer contrato de la entrega será anunciado el próximo 15 de julio. Hasta ahora 38 empresas continúan en la carrera por alguno de los 14 bloques de exploración de aguas someras en el Golfo de México.

“La precalificación de todas estas empresas es una señal clara de que va a haber competencia. No hemos pensado que nadie va a presentar una propuesta. El éxito se va a medir en función de que estos contratos perduren en el tiempo”: Lourdes Melgar, subsecretaria de Hidrocarburos.

La flexible autoridad mexicana se adapta y modifica sus bases contractuales a los estándares internacionales, al panorama mundial e intereses de la industria y a la retroalimentación de estas empresas. Aun cuando oficialmente no ha existido un proceso de negociación con las firmas petroleras, el visionario gobierno de Enrique Peña, se adelanta y adapta su contrato, todo con la finalidad de atraer a sus asociados y patrones comerciales.

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Respuesta inmediata, a sus órdenes jefe:

Ya el viernes 29 de mayo, la agencia Reuters había dado cuenta de la flexibilidad del órgano regulador del sector petrolero mexicano, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que propuso y aprobó eliminar varias limitaciones a la participación de empresas en la licitación de 14 áreas en aguas someras del Golfo de México, a través de la modificación de las bases y el modelo de contrato, aprobando la aprobó eliminación a la restricción de participar hasta en cinco áreas y extenderla a las 14 áreas en licitación, luego de atender las quejas de las petroleras sobre lo rígido del esquema contractual. Eliminando restricciones a la participación de empresas en los 14 contratos de exploración y extracción para igual número de áreas.

Con lo que, las empresas operadoras que participen en un consorcio podrán a su vez presentar ofertas de manera individual por áreas adicionales, algo que no era permitido en las bases iniciales.

También se elimina la restricción para que una empresa o consorcio presente ofertas hasta por cinco áreas, como estaba delineado inicialmente.

«Este es un cambio importante dadas las condiciones del mercado, en donde las empresas están buscando socios para compensar las restricciones en el flujo de efectivo que observamos en el mercado derivado de la reducción de precios del hidrocarburo»: Juan Carlos Zepeda, comisionado presidente de la CNH, durante la sesión del órgano de Gobierno

La CNH no aclaró si se mantiene la prohibición para que empresas consideradas «de gran escala» -aquellas que producen más de 1.6 millones de barriles de petróleo crudo equivalente (mmbpce) – puedan asociarse para pujar por los contratos, algo que tampoco ha gustado a algunas de las firmas interesadas.

Zepeda mencionó que otro de los cambios en la política de entre tiene que ver con términos fiscales relacionados con reducciones de costos en la fase exploratoria, a fin de reconocer «el riesgo exploratorio». «Esto se lleva a cabo a través de una mayor ponderación en la recuperación de costos en la fase de exploración (…) para dar un mejor balance entre riesgo y rendimiento esperado», apuntó el comisionado Zepeda.

La Secretaría de Hacienda de Luis Videgaray, tendrá ahora la facultad de verificar los presupuestos de los planes anuales de trabajo de los contratos, una vez que sean aprobados por la CNH.

«Claramente se distinguen cambios que fortalecen el control del Estado, la rectoría sobre los contratos y cambios que flexibilizan los contratos reconociendo la realidad geológica y las condiciones del mercado»: Juan Carlos Zepeda durante la sesión del órgano de Gobierno del regulador.

Las 14 áreas forman parte de la Ronda Uno de contratos con los que México busca elevar la producción de crudo y gas para el extranjero, y serán posibles tras la “profunda reforma” puesta en marcha el año pasado, que abrió la producción directa de hidrocarburos al sector privado por primera vez en más de 70 años.