La leche de origen animal pierde mercado frente a las fórmulas de origen vegetal, según datos de la agencia de investigación de mercados EuroMonitor.
Regeneración, 23 de marzo 2016.- Las causas, mejores decisiones de compra por parte de los consumidores, que consideran los efectos en la salud de los productos de origen animal.
Mientras la leche de origen animal pierde popularidad en el mercado mexicano, la de origen vegetal le reemplaza. Al menos en los últimos cinco años el consumo de leche cayó 14.5%, mientras las demandas de las fórmulas no lácteas de arroz, coco, almendra y soya creció hasta un 22.5% en el mismo periodo.
Hoy, el litro de leche cruda sin pasteurizar, alcanza el bajo precio de entre 3.50 y 6 pesos, mientras que el litro de agua cuesta cerca de 11 pesos. Las bebidas de origen vegetal se comercializan entre 23 y hasta 42 pesos, por raciones menores a un litro. Esto se debe a que el mercado de consumidores de leche ha adquirido información más amplia sobre los aportes y beneficios verdaderos de la leche de origen animal.
La intolerancia a la lactosa de muchos consumidores, al igual que la necesidad de productos con un menor aporte calórico son algunas de las razones por las cuales este producto se ve sustituido. “Las leches alternativas, que incluyen leche de almendra y arroz, continúan manteniendo un crecimiento sostenido (…) en el caso de las leches de origen vegetal se les considera una alternativa más sana que consumir lácteos”, señala un estudio de Euromonitor.
Es conocida la serie de, en algunos casos mitos y en otros realidades, que giran en torno al consumo de leche.
Por un lado hay quienes sostienen que la leche no es un producto para consumo humano ya que el ser humano obtiene la que necesita de su madre en la primera infancia. También es conocida la realidad de muchos criaderos y fábricas en la industria de la leche que no cuentan con los procesos de producción adecuados que aseguren un trato humanitario hacia las vacas.
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Además, el mito de que la leche ayude a fortalecer los huesos, ha sido desmentido con amplios estudios científicos.
Además de que beber dos o más vasos de leche al día, incrementa el riesgo de mortalidad temprana en un 93%.
Su consumo en edades tempranas no reporta ningún beneficio específico.
Por otro lado, múltiples estudios analizan la posibilidad de que reducir la cantidad de alimentos de origen animal ayuda a tener un mejor estado de salud.
Las compañías que más se benefician con el auge de consumo de leches vegetales son compañías pertenecientes a multinacionales que a menudo utilizan productos genéticamente modificados, o que se sostienen gracias a ritmos de producción que utilizan el monocultivo.